
A esta lamentable cifra se suman “dos masacres contra familias”que dejan 24 muertos y 110 heridos, informó el ente de la salud a través de un comunicado.
La ofensiva israelí además deja unos 10 mil desaparecidos, cuyos cuerpos continúan enterrados bajo los escombros, ya que los equipos de rescate puedan acceder a ellos.
De igual modo, la calidad de vida de los palestinos sigue deteriorándose con el desplazamiento forzado hacia las llamadas “zonas humanitarias”, en las cuales no cuentan con servicios básicos, y están bajo amenaza de bombardeos.
Este miércoles, el portavoz de la Defensa Civil del enclave, Mahmud Basal, dijo que tres personas murieron en un bombardeo israelí contra una residencia familiar en el barrio de Daraj, al este de la Franja de Gaza.
Israel también obligó a la salida de ciudadanos de los barrios de Masheya y Sheikh Zayed, de la localidad de Beit Hanoun, en el norte de la Franja, esta acción reduce más la superficie “segura” del enclave.
Se estima que nueve de cada diez personas en el devastado territorio palestino se han visto obligadas a abandonar sus hogares o refugios, algunos varias veces seguidas, desde el comienzo de la guerra.
Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) asegura que solo 14 % del enclave está libre de órdenes de evacuación.
De acuerdo a datos del gobierno de Hamás, desde el comienzo de las hostilidades el régimen de Tel Aviv atacó 172 refugios entre escuelas de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) u hospitales.
Mientras, la Organización Mundial de la Salud (OMS), registra más de 500 ataques contra hospitales, clínicas y profesionales sanitarios, en los que han muerto más de 700 personas.
Fuente: Venezuela News
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