El diálogo y la inclusión son los pasos necesarios para lograr la paz. Por eso Francisco, en su saludo después del rezo del Ángelus, invita una vez más a los fieles reunidos en la plaza de San Pedro a no quitar la vista de quienes sufren las consecuencias de los conflictos. Como la que está desgarrando Myanmar, que mañana, 25 de noviembre, se conmemora el aniversario de la primera huelga universitaria de 1920.
Mañana Myanmar celebra la fiesta nacional en memoria de la primera protesta estudiantil que llevó al país hacia la independencia y en la perspectiva de una temporada pacífica y democrática que todavía hoy lucha por materializarse. Expreso mi cercanía a toda la población de Myanmar, en particular a quienes sufren los continuos combates, especialmente a los más vulnerables: niños, ancianos, enfermos, refugiados, incluidos los rohingya. Hago un llamamiento sincero a todas las partes implicadas para que silencien sus armas y abran un diálogo sincero e inclusivo capaz de garantizar una paz duradera.
Con un saludo especial a los peregrinos llegados a Roma procedentes de Malta, Israel, Eslovenia y España, así como de las diócesis de Mostar y Trebinje, en Bosnia y Herzegovina, el Papa relanza su incesante pedido de oración para que se pueda alcanzar la paz en Palestina, Israel, Líbano, Sudán.
Tras el rezo del Ángelus, el pensamiento de Francisco se dirigió a los países desgarrados por la guerra, con la mirada puesta en el Estado del Sudeste Asiático y en su población que sufre los combates, «especialmente los más vulnerables: niños, ancianos, enfermos, refugiados, incluidos los rohingya». Un recuerdo también de los mártires de la guerra civil española Gaietà Clausellas y Antoni Tort, beatificados, ayer, en Barcelona.
Francisco también dedicó palabras especiales a los dos mártires de la guerra civil española, el sacerdote Cayetano Clausellas y el laico Antonio Tort, beatificados ayer, en la Basilica de la Sagrada Familia de Barcelona, en una celebración presidida por el cardenal Marcello Semerado, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos.
«Ayer fueron beatificados en Barcelona el sacerdote Cayetano Clausellas Ballvé y el fiel laico Antonio Tort Reixachs, asesinado por odio a la fe en 1936, en España. Damos gracias a Dios por el gran don de estos testigos ejemplares de Cristo y del Evangelio. ¡Un aplauso para los nuevos Beatos!».
Fuente: Vatican News
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