Un majestuoso abeto noruego decorará el centro de la ciudad, equipado con luces LED multicolores que realizarán un espectáculo luminoso en la Gran Manzana.
La llegada del árbol de Navidad al Rockefeller Center es uno de los momentos más esperados cada fin de año en la ciudad de Nueva York, marcando el comienzo de la temporada navideña.
Este año, el emblemático abeto noruego de 22,5 metros de altura y 11 toneladas arribó en la madrugada del sábado a Midtown Manhattan. Transportado en un camión especial desde West Stockbridge, Massachusetts, recorrió cerca de 225 kilómetros hasta llegar a su destino.
Desde 1931, cuando un pequeño grupo de trabajadores italianos levantó un árbol de Navidad en el sitio de construcción del Rockefeller Center en Nueva York, esta ha sido una de las tradiciones navideñas más esperadas y celebradas en la ciudad. En ese entonces, en medio de los duros tiempos de la Gran Depresión, los trabajadores adornaron el gigante con guirnaldas y objetos caseros, iluminando un símbolo de esperanza en momentos de adversidad.
Este gesto dio pie a una tradición que, con los años, creció hasta convertirse en uno de los principales eventos de la temporada navideña en la ciudad, atrayendo a millones de visitantes cada año.
Desde aquel primer árbol hasta el día de hoy, el encendido del árbol del Rockefeller Center ha evolucionado para ser un espectáculo masivo, transmitido a nivel nacional, que marca oficialmente el inicio de las festividades navideñas en la Gran Manzana.
El árbol de Navidad de este año es un imponente abeto noruego con aproximadamente 70 años de antigüedad. Este majestuoso ejemplar fue donado por la familia Albert, originaria de West Stockbridge, Massachusetts, una localidad ubicada a 225 kilómetros de Nueva York.
Esta es la primera vez en 65 años que un árbol del estado se convierte en el protagonista de esta tradición neoyorquina, ya que el último abeto de este territorio adornó el Rockefeller Center en 1959.
La ceremonia de iluminación se llevará a cabo el próximo 4 de diciembre, y es un evento que atrae a miles de espectadores en el lugar y millones a través de su transmisión en vivo a nivel nacional.
En esta noche especial, artistas reconocidos suelen ofrecer presentaciones musicales en un espectáculo lleno de tradición y emoción. El encendido del árbol no solo marca el inicio oficial de la temporada navideña en Nueva York, sino que también simboliza el espíritu festivo que se extiende a lo largo de la ciudad durante estas fechas.
Cada año, el árbol del Rockefeller Center se transforma en un espectáculo luminoso único, decorado para resplandecer en el corazón de la ciudad. Este 2024, el abeto noruego será envuelto con más de 50.000 luces LED multicolores, distribuidas en unos ocho kilómetros de cable luminoso, un proceso que toma días de preparación y ajuste.
La pieza central de la decoración es la impresionante estrella que corona el árbol, diseñada por la reconocida marca Swarovski. Esta estrella, que brilla con el resplandor de tres millones de cristales, añade un toque especial de esplendor y sofisticación, captando la luz de la ciudad y reflejándola en todas direcciones.
Después de la temporada navideña, el majestuoso árbol del Rockefeller Center recibe un nuevo propósito que simboliza la generosidad y la sostenibilidad. Una vez desmantelado en enero, el abeto es donado a la organización Hábitat para la Humanidad, donde se convierte en madera reutilizable destinada a la construcción de viviendas para familias necesitadas.
Este gesto solidario permite que el árbol, que ha sido símbolo de alegría y celebración en la ciudad, extienda su impacto en la vida de personas que buscan un hogar seguro y asequible.
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