El cuerpo del papa Francisco atravesó una serie de procesos que forman parte de una técnica milenaria que permite la conservación y exposición del cadáver en la basílica de San Pedro por los días que restan para el funeral del pontífice el próximo sábado.
De acuerdo a Pascual Pimpinella, titular de la cátedra de Medicina Legal en Santa Fe y exmédico forense del Poder Judicial de Argentina, explicó que la técnica se conoce como de conservación de cuerpo o tanatopraxia, que no es lo mismo que embalsamar o momificar, y permite el retraso del proceso natural de transformación cadavérica de un cuerpo.
La técnica es milenaria, no es algo moderno. Se hace apenas ocurrida la muerte y lleva aproximadamente entre tres a cinco horas», indicó en una entrevista con el medio argentino Radio Mitre.
La tanatopraxia emplea productos menos invasivos y más respetuosos con el cuerpo humano a diferencia del embalsamamiento .
Es un procedimiento de carácter higiénico y conservador cuyo objetivo es frenar la descomposición natural del cuerpo, permitiendo que el fallecido conserve una apariencia lo más natural posible durante varios días, sin necesidad de recurrir a congelaciones ni a intervenciones drásticas.
En la práctica, implica la administración de productos conservantes mediante inyecciones, una desinfección minuciosa del cuerpo, la aplicación de maquillaje para corregir imperfecciones y la colocación cuidadosa de las manos y el rostro, todo con el fin de ofrecer una imagen serena y apacible del difunto.
En el caso de Francisco, y con vistas a su exposición pública en la Basílica de San Pedro, el procedimiento se llevó a cabo respetando estrictamente los protocolos establecidos y conforme a las normativas italianas y del Vaticano, que limitan el uso de métodos invasivos.
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