Luisa González lideró este miércoles el cierre de su campaña electoral en Quito tras un fuerte aguacero que probó a la militancia del correísmo de cara a la segunda vuelta electoral del próximo domingo en Ecuador, donde se medirá al joven empresario Daniel Noboa.
Una multitud se congregó en el barrio de Chillogallo, en el sur de la ciudad, para acompañar el cierre en la capital de la campaña proselitista de la Revolución Ciudadana, el movimiento progresista que lidera el expresidente Rafael Correa.
El mitin político se produjo horas después del último acto de campaña también en Quito de Noboa, que realizó una caravana por parte de la capital ecuatoriana.
El periodo de promoción electoral concluye a la medianoche de este jueves y tanto González como Noboa prevén hacerlo en la costa, con actos en Guayaquil y en la vecina provincia costera de Sante Elena, respectivamente.
Con el cierre de la campaña comenzará un periodo de silencio electoral que irá hasta el día de las votaciones.
González, en el mitin de Chillogallo, arengó a la población a «votar por el cambio» el próximo domingo y poner fin a un periodo de gobiernos neoliberales, en referencia a los de Lenín Moreno (2017-2021) y el actual del conservador presidente Guillermo Lasso que, según ella, han «destruido el país«.
«Nunca tuvimos un Ecuador tan destrozado«, señaló González desde la tarima, un escenario en el que criticó la crisis económica, social y de inseguridad que deja el Gobierno de Lasso.
Tras ofrecer que -si llega a la Presidencia de la República- construirá una universidad en el sur de Quito, González dijo que los ecuatorianos en las votaciones de este domingo se juegan sus derechos.
«La respuesta al abandono va a ser en las urnas» de votación, añadió la candidata tras apostillar que los grupos de derechas «nos pusieron el país de rodillas«, pero que ahora «lo vamos a poner de pie».
«A cuidar el voto«, llamó la candidata, que concluyó su discurso con la frase «hasta la victoria siempre» que solía pronunciar Correa durante la década en que gobernó el país y que evocaba su filo izquierdista.
Tras blandir la bandera tricolor ecuatoriana y cantar a viva voz las melodías que son inherentes a la Revolución Ciudadana, González agradeció a los militantes correístas por el acompañamiento, incluso bajo el frío de la ciudad por la tormenta eléctrica que cayó sobre la ciudad.
El próximo domingo, algo más de 13,4 millones de ecuatorianos están facultados para elegir al nuevo mandatario del país entre González y Noboa, quienes se miden en la segunda vuelta electoral tras haber quedado como finalistas de la primera ronda el pasado 20 de agosto.
Quien gane los comicios del domingo completará el periodo 2021-2025 que le correspondía a Lasso, pero que fue recortado a la mitad por él mismo al invocar en mayo pasado la figura constitucional de la «muerte cruzada«, con la que disolvió la Asamblea Nacional (Parlamento) y forzó este proceso de elecciones extraordinarias.
Lasso decretó la «muerte cruzada» justo cuando la Asamblea Nacional (Parlamento), controlada por una oposición que lideraba el correísmo, se aprestaba a votar una moción de destitución, en el marco de un juicio político en el que el gobernante era acusado de presunto peculado (malversación), un cargo que él rechaza con rotundidad.
Con información de EFE
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