
La faena del señor Yoel Enrique Mata, inicia aproximadamente a las cuatro de la mañana cuando religiosamente se despierta. Luego de tomarse un cafecito recién “colao” empieza a preparar el termo de chicha que horas después degustan los transeúntes de la avenida Juncal a la altura del colegio República del Uruguay, en la capital del estado Monagas.
Son 30 años en el mismo punto. Mata, ha visto egresar del mencionado colegio a diferentes generaciones. Muchos con el pasar de los años le siguen visitando para comprar lo que consideran la “mejor chicha de Maturín” y al que admiran como un ciudadano trabajador y “echao pa’lante».
Lo que pocos saben es que el Yoel vive en la población de La Toscana, en el municipio Piar, motivo por el cual, madrugar o es una opción sino un deber.
La chicha «cremosa” de Yoel, es parada obligatoria. Quienes le conocen destacan su cualidad como ser humano, razón por la cual no sólo es querido, sino respetado por todos.
Los docentes del colegio Uruguay, lo catalogan como una institución; sus conocimientos sobre diversas materias se esconden entre el pelo canoso, una sonrisa algo tímida y la piel visiblemente quemada producto del trabajo diario bajo el sol.
En tiempo de escolaridad es común escuchar a la hora de salida del colegio a muchos de los niños decir la frase: hasta mañana señor Yoel, indicativo de lo que representa el hombre tanto para la institución como para quienes serán los futuros profesionales del país.
El señor Yoel, es sin duda un venezolano de esos que se levantan temprano con la convicción de un día lleno de oportunidades, que a diario dan lo mejor de sí; sin pena al trabajo y sobre todo con ganas de seguir ofreciendo al público lo mejor que sabe hacer: su chicha.
Desde su puesto, ha conquistado y alegrado corazones de muchos, convirtiéndose así en un ejemplo para las nuevas generaciones.
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