En el año 2019 nació en Maturín un proyecto familiar enfocado en el arte de los títeres, con un nivel profesional que aprovecha de las múltiples técnicas de muñequería y manipulación artística.
Esta idea se lleva a cabo gracias a los aprendizajes que obtuvo en 20 años de experiencia esta familia monaguense.
Con el nombre de «Títeres A Guante» se componen por un núcleo familiar de 5 personas entre ellos: Roxana Zapata y David Hernández, siendo los productores y padres de la agrupación, Alejandro, Leonardo y Maximiliano, quienes son hijos y la parte que hace vida dentro del “teatrino”.
Cabe destacar que en sus seis años continuos han logrado afianzar diversas actividades como funciones en escuelas, plazas, viajes a otros estados, incluso han participado en festivales nacionales e internacionales.
La agrupación está abierta a contrataciones o convenios para realizar actividades de entretenimiento, se pueden encontrar en sus redes sociales como @titeres.aguante en Instagram y con el nombre Títeres A Guante en Facebook. Siempre con el eslogan «todo con tiempo es posible».
Entre ellos están el festival progresista en su primera edición, Viva Venezuela 2024, Festival de títeres y teatro para las comunidades de Caracas y a su vez también siguen haciendo vida con esta técnica en diferentes estados.
Mencionan los integrantes que una de las potencialidades del grupo son los distintos talleres y clases de formación que otorgan, y que es dirigido a los educadores para así garantizar un aprendizaje lúdico para los niños.
Génesis de la agrupación
Este legado titiritero nace de la mano de Luis Carrero, quien funda el “Zapato Andariego” en los Andes venezolanos y en el Occidente, luego se muda en Caracas y realiza una serie de actividades concebidas en parques, plazas y escuelas.
A finales de los noventas el maestro llega a Maturín, estado Monagas con diversas formaciones en donde capta a varios de los pupilos que siguieron con su legado titiritero, entre ellos Roxana Zapata, David Hernández y otros compañeros que hicieron vida al proyecto de Zapato Andariego a nivel profesional.
Con este grupo ya capacitado se logran consolidar en el oriente del país y empiezan a participar en festivales, encuentros artísticos y desarrollos formativos en materia de cultura.
Debido a situaciones familiares Carrero decide volver a Mérida y es a partir de allí donde responsabiliza a Roxana Zapata, de la dirección de Andariego y quien posteriormente continúa con la labor del teatro de títeres en el Pedagógico de Maturín con la agrupación “UPELITO”.
Redacción: Maximiliano Hernández/ Pasante
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