La bandera nacional izada a media asta, hacía esfuerzos para ondear a pesar de la lluvia que caía durante la mañana de este jueves 15 de mayo. Muchos alegaban que el cielo estaba llorando de tristeza; otros, tal vez pensaron que se trataba del día de San Isidro Labrador, patrono de los agricultores.
Las actividades académicas una vez más fueron suspendidas por duelo, así fue reflejado en un comunicado emitido desde la dirección de la Universidad Nacional Experimental Libertador Simón Rodríguez (Unesr), en los pasillos no había el bullicio cotidiano, se conversaba a baja voz.
Obtener declaraciones formales por parte de los estudiantes fue imposible, aseguraron que no estaban de ánimos para conversar con la prensa, sin embargo, dejaron ver su posición, tristeza y preocupación por la situación que están atravesando.
En sólo ocho días se han registrado dos muertes de estudiantes (fuera de las instalaciones de la casa de estudios superiores), que han sacudido principalmente a quienes forman parte de la escuela de medicina veterinaria.
El primero de estos casos ocurrió en horas de la madrugada del pasado ocho de mayo, donde un estudiante perdió la vida en la autopista La Vinotinto; el otro se registró hace pocas horas, una joven de 18 años se quitó la vida en su casa sitiada en el urbanismo La Gran Victoria, conocido popularmente como «Los Iraní».
Representantes del Centro de Estudios de la Unesr, aseguraron que están destrozados y que no tienen palabras para explicar lo sucedido.
Asimismo, alegaron que desde hace tiempo vienen trabajando en el bienestar de más de 12 mil estudiantes que se forman en las instalaciones universitarias situadas en el sector Los Guaritos de la capital monaguense.
“Hace poco tuvimos una visita de profesionales que hace vida en la campaña Monagas Vive, y en los próximos días iniciaremos unas jornadas de oración porque ya esto es algo espiritual”, dijo una estudiante que prefirió no ser identificada.
Otro de los bachilleres recalcó que es preocupante la situación, tanto por lo acontecido como también porque se trata del nombre de la “Simón Rodríguez”, por lo que se deben buscar canales y herramientas que permitan a los estudiantes drenar sus situaciones diarias y garantizar un clima de estabilidad emocional y mental.
Solicitaron a las autoridades universitarias la presencia constante de un psicólogo o psiquiatra y la instalación de un consultorio médico como parte de los aportes ofrecidos desde el bienestar estudiantil.
Un caso resaltante en la ciudad de Maturín fue el deceso por violencia autoinfligida de un estudiante de enfermería de la Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos (Unerg), sin embargo, la muerte del muchacho ocurrió en el sector antes mencionado, cercano a la Unesr.
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