¿Quién dijo que Maturín no tiene una movida interesante por las noches?. Pues la tiene y la misma fue reflejada en el «Tour Bares de Maturín» organizado por el periodista Duanny Villarroel, quien junto a Oscar Rojas, constituyeron hace 5 años su empresa de turismo Buena Vibra con un lema muy interesante «¡Viajes alucinantes, viajes para el alma!».
Eso fue lo que brindaron el viernes pasado en ese recorrido con un grupo magnifico, muy bien seleccionado que se integró rápidamente con entusiasmo y alegría a la actividad que mostró esa cara nocturna de una Maturín que ofrece alternativas recreativas para su gente y para aquellos que quieran adentrarse en un estado con mucha capacidad para el turismo de aventura y ahora después de este momento para gozársela en la noche.
El tour comenzó en un lugar de encuentro obligado para los maturineses en la licorería ubicada en el Centro Comercial Hanady, de Tipuro donde los viernes se puede dar pie a ese refrán tan popular «es viernes y el cuerpo lo sabe» y todos lo sabíamos y entendíamos así siguiendo las instrucciones de los anfitriones Duanny y Oscar quienes opfrecieron bebidas de industriazs Bravo con el abrtender Kalling de la T y su sangría especial. Hubo una foto general frente a la estatua de Juana Ramírez «La Avanzadora» y después que siga la rumba que la noche apenas estaba empezando.
La segunda parada fue en el Hotel Friuli, lugar emblemático que forma parte de esa trilogía de Hoteles propiedad de la familia Tomaseti, allí nos recibieron Francisco González, su esposa Carla Tomaseti junto a su hijo Carlos, actual gerente del Luciano Junior.
Si algo siempre ha caracterizado a los hoteles de este grupo de origen italiano es la buena comida, y su cocinera por espacio de 30 años Ramona Chalo lo demostró.
El Friuli que en la actualidad es una tasca nos recibió con música en vivo como tiene todos los viernes y una extraordinaria atención, pues sus tapas son reconocidas en toda la ciudad por lo que pudimos saborear la tortilla española y unos callos madrileños, mientras el grupo comenzaba a calentarse bailando y compartiendo; porque si algo fue determinante en este tour, fue la forma como el grupo se integró de inmediato, periodistas, médicos, odontólogos, gente de diferentes profesiones unida para el disfrute.
Del Friuli nos devolvimos para Tipuro a La Penca con la atención de Jesús Campos, quien se unió después a todo el grupo, deleitando a todos con bebeidas de Ron Calazan y chocolates Paria, y además los conocidos tequeños de este lugar, un exquisito carpaccio y unos chicharrones de pescado constituyeron la atención dada por Campos, a estos cada vez más incorporados a la rumba en este disfrute por diferentes lugares nocturnos de Maturín.
Se dispusieron dos unidades de transporte donde los grupos se iban animando cada vez más, mientras los cocteles contribuían a que la noche tuviera los efectos buscados: un disfrute y una interacción de los grupos.
Hubo un pase rápido por el Castillo de los Sueños, ubicado en el centro de la ciudad, un lugar donde en la discoteca una cerveza apagó el calor y donde el baile no cesó.
Ya nos íbamos acercando al último bar del tour, muy cerca de la avenida Bolívar en la discoteca Krocoos, para algunos un lugar de ambiente, aunque la verdad es un lugar como todos con parejas, con música de discoteca de los 70 y los 80.
Ya la noche el buen ambiente, la animación, los cocteles o la diversión había hecho su efecto para terminar de nuevo en el Centro Comercial Hanady, con un cumpleaños y una torta para festejar un año más de Oscar Rojas. Y de verdad fue una noche alucinante
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