“La cruz se lleva por dentro”, reza un tradicional dicho popular, y todo parece indicar que en la iglesia San Simón de Maturín, la cruz se vuelve más pesada con el transcurrir de los días.
La iglesia San Simón y San Judas Tadeo, es un icono de la capital del estado Monagas, se encuentra situada en las adyacencias de la gobernación del estado con la plaza Bolívar, lo que pudiera convertirse en una ruta turística; sin embargo, lleva la cruz por dentro, en silencio y agonizante con el pasar de los meses.
La que fuera la primera catedral de la Diócesis de Maturín, presenta un rosario de problemas que han dificultado el culto a Dios como era de costumbre y en el cual cientos de personas se reunían para diferentes actividades.
El techo de la edificación se cae a pedazos debido a la humedad acumulada en la madera. Los listones, según los feligreses, están sujetados por «un milagro del Creador», a ello se le debe sumar las termitas que, poco a poco, han ido comiéndose las vigas que soportan el peso de la estructura.
Los aires acondicionados dejaron de funcionar desde hace aproximadamente un año, sin embargo, se conoció de manera extraoficialmente que el responsable de ejecutar los trabajos de mantenimiento y puesta en funcionamiento del sistema de enfriamiento no aparece por la zona.
Lo que perjudica aún más la estancia en la referida iglesia es que las ventanas se encuentran selladas y no pueden ser abiertas para recibir la brisa natural, razón por la cual, quienes acuden al templo deben ventilarse con un abanico o con cualquier papel que tengan a mano.
El sonido y la iluminación también presentan fallas, el primero data de viejo tiempo por lo que su proyección no es buena y en reiteradas oportunidades la planta se ha recalentado; en relación al segundo, el bautisterio está totalmente a oscuras.
La casa parroquial es otra de las problemáticas. El lugar de descanso del sacerdote no posee cocina y presenta filtraciones, lo que se convierte en un espacio no apto para la permanencia del religioso. Los salones parroquiales de usos múltiples tampoco se encuentran en buenas condiciones.
El pasado diciembre, con motivo del aniversario de la ciudad de Maturín, el recinto religioso, recibió una intervención de su fachada en cuanto a la colocación de nueva pintura, sin embargo, por dentro todo quedó igual y los problemas siguen existiendo.
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