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Por: Ernestina Herrera
Carlos González, gerente general del Hotel Luciano Junior, un ícono de la ciudad de Maturín, forma parte de una a tercera generación que se vinculó al mundo de la hotelería, manifiesta que después de recibir esta responsabilidad heredada de sus abuelos, que unidos por una historia de amor crearon esta obra, se siente comprometido a seguirla y se manifiesta orgulloso de estar en la ciudad de la Vinotinto.
González piensa que este mundo de los hoteles está unido a esa resiliencia que hoy en día caracteriza a los venezolanos en el mundo, “este país es de quienes sentimos ese concepto de nacionalidad, quienes heredamos una percepción de que estamos aquí, es nuestro país y tenemos que luchar para enfrentar cualquier circunstancia, en la hotelería hemos tenido situaciones rudas y hemos salido a flote, la pandemia fue uno de esos momentos y aquí estamos todos para juntos a través de la organización gremial solventar los problemas y para reinventarnos, adaptándonos a nuevas formas de mercado e integrándonos a las sociedades donde operamos, integrándonos en ella de diferentes manera porque esa constituye la unida forma de mantenernos».
Un hotel que nace de una historia de amor
Carlos González, es nieto de inmigrantes italianos y es por eso que entre las gestiones de su gerencia destaca la conexión con la identidad y la necesaria vinculación con el lugar en el que el hotel se erige. El Hotel Luciano Junior, fue fundado e inaugurado en el año 1998.
Tanto su arquitectura como su nombre llevan una historia grabada en el tiempo. Luciano Tomasetig y Avelina Martínez tuvieron la dicha de coincidir en un barco que viajaba desde Italia con rumbo a Venezuela en el año 1952, donde se conocieron en una parada en España y allí inició su historia de amor. Tuvieron cuatro hijos a quienes llamaron Carla, María, Juan José y Luciano.
Toda esta historia retumba en los recuerdos del hoy gerente, de tal manera que manifiesta todas las vinculaciones que el Hotel tiene con la ciudad de la Vinotinto, Maturín, para terminar, informando que el Hotel Luciano Junior está innovándose, adaptándose a la creciente demanda de los viajeros por vivir experiencias auténticas y locales durante su estadía en el hotel. Por eso han creado programas y paquetes que ofrecen a los huéspedes una experiencia única de la cultura local, una excursión culinaria que inicio su abuela Avelina, quien con sus dichosas manos elaboró cortinas, manteles y ropa de cama que en su momento vistieron y embellecieron los espacios del hotel y es la autora de muchas de las recetas que hoy día son degustadas en los restaurantes de los Hoteles Friuli y Emperador.
En este Hotel ubicado en plena Avenida Bicentenario de Maturín se respira todo el sentimiento de una familia de inmigrantes, pues el Hotel Luciano Junior fue nombrado en honor al hijo menor de Avelina y Luciano, quien falleció en el año 1991, y que siempre será recordado en el corazón de quienes tuvieron la oportunidad de conocerlo. Está planteada la contratación de personal local para ofrecer recomendaciones auténticas y personalizadas a los huéspedes sobre sitios para visitar, comer y comprar en la zona.
Podemos ir por encima de la problemática de los servicios
Para Carlos González, un factor determinante en los hoteles es la sostenibilidad, y atacar los problemas en materia de servicios públicos. Considera que hay que tener en cuenta la realidad nacional, los problemas que se han presentado con la brecha cambiaria, la salida del país de la empresa petrolera Chevron y todo lo que esto representa desde el punto de vista financiero, pero tal situación debe ser enfrentada con propósito y con la integración de organizaciones que sepan la complejidad de estas empresas. “Estamos adoptando prácticas sostenibles en la operación y gestión de hoteles con el fin de reducir el impacto ambiental y promover un turismo más responsable, eso por una parte y por la otra solucionar los problemas de servicio, debemos ir hacia el uso de energías renovables, la reducción de residuos, el uso de materiales reciclados y la implementación de programas de ahorro de agua y energía.
La sostenibilidad no solo es importante para el medio ambiente, sino también para la reputación y el valor de la marca del hotel, ya que cada vez más viajeros prefieren hospedarse en lugares que adoptan prácticas sostenibles y responsables.
El Hotel Luciano Junior no solo es una gran historia que perdura en el tiempo, sustentando por el amor con que fue construido. Con los contratiempos y desventuras que son inevitables, pero con un sentido de renovación y de compromiso.
Por: Ernestina Herrera
Cobertura de actualidad y avances innovadores, con un enfoque en sucesos locales, política y más.