Eliel Zorrilla o Eliel Elías como es mejor conocido, es de esos monaguenses que tienen historias para hacer un libro, sus vivencias aunque pocos conocidas parecieran ser sacados de un guión, para impulsar a quienes dudan de ser los mejores en lo que se propongan.
En el año 2018 y luego de estudiar varios semestres de Comunicación Social en Maturín, de vender tarjetas telefónicas junto a sus padres y de incursionar en algunas actividades políticas, Eliel tomó la decisión más difícil de su vida, dejar su querido Costo Arriba e irse a tierras extranjeras en busca de nuevos horizontes.
Cuenta que su madre quería irse con él, no lo quería dejar solo en esa aventura, sin embargo varios factores no lo permitieron, comprometiéndose en volver.
Su primera escala fue en la ciudad de Cúcuta-Colombia, “En Cúcuta se me puso fea la cosa, no contaba con recursos y pasaba días sin comer, sin embargo no me di por vencido y me consideré un venezolano de los buenos, pedí una escoba y una pala a una señora y me fui por los locales de comida rápida a ofrecer mis servicios de limpieza, cuando trabajaba le pedía a Dios que me permitiera tener un negocio como esos”.
Poco a poco fue surgiendo y recorre Ecuador y Perú, logrando llegar a Paraguay, donde llega a trabajar de seguridad.
“Un día me levanté y dije; yo ahora quiero trabajar es para mí, me decidí y me puse a vender arepas venezolanas rellenas de pollo, carne y pabellón, rematando con la comida mágica de mi querido Costo Arriba, las populares cachapas”, dijo.
Su carisma, empatía y gustos captaron la atención de los paraguayos, quienes apoyan todo tipo de emprendimiento, logrando que Eliel tuviera en menos de un mes su propio local.
Dios lo escuchó y este monaguense ejemplo para el mundo no solo cuenta con un local, en la actualidad es propietario de tres, logrando generar cerca de 30 empleos directos.
Los locales son móviles y por ese motivo no hay ferias, exposiciones o fiestas populares donde no se hagan presente su marca llamada “Eliel cachapas Py”.
Aunque su meta de vivir bien ha sido alcanzada, este joven sueña con volver a su amada Maturín, dice amar a su barrio, a su gente y sobre todo cumplir con su promesa, volver por ese amor de su madre, quien por destino de la vida ya no se encuentra físicamente, pero aún lo espera en un rincón de su casa en un pequeño cofre de madera, para él coloque sus cenizas en un lugar especial.
Cobertura de actualidad y avances innovadores, con un enfoque en sucesos locales, política y más.