Aun cuando nació en la capital venezolana, Lorena del Carmen Rondón Freites, se siente monaguense de pura cepa. Esta talentosa mujer que, con su voz, ha cautivado a los aficionados a la música llanera, confiesa que en su carrera lo mejor aún está por venir.
Hija de monaguenses, pero nacida y criada en Caracas, Lorena sintió el llamado de la música aún muy pequeña; recuerda la intérprete que a los siete años sus pininos llegaron en la coral de la escuela, desde ese momento supo que su vida estaría ligada a la letra y melodía.
Siendo la segunda de cinco hermanos, Lorena se entregó a la música, participando en diversos festivales escolares. Desde las aulas del colegio San Francisco de Asís y junto a su maestro Emilio Cabello, esta novel intérprete comenzó a destacar en el mundo de la música, donde su presencia en festivales y concursos era obligada por el carisma y talento que desbordaba.
Entre sus admiradores destacaban sus cuatro hermanos: Miguel Enrique Rondón, Loremis Rondón, Daniel Rondón y Moisés Rodríguez, quienes vieron crecer a esta figura del cantar criollo, llegando a destacar en el liceo y la universidad como una estrella en ascenso.
La cantante no ha dejado de prepararse, mejorando constantemente para mostrarle a su público todo el potencial que su voz tiene, para cautivar y enamorar a sus seguidores. Es así como de la mano del profesor Luis Velázquez su carrera se proyecta con grandes participaciones en festivales como son: la Panoja de oro, silbón de oro, El sol de Caicara, este último celebrado en tierras monaguenses.
La evolución de esa mujer no se ha detenido y, por ello, se ha dado el lujo de incursionar en otros géneros como ha sido la música ranchera, donde sus interpretaciones han robado suspiros y roto corazones.
Para que la música continuara siendo parte de su vida, Lorena contrajo matrimonio con Gustavo Guedes, un destacado arpista yaracuyano, quien acompaña a esta talentosa artista en cada presentación.
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