Consejo Verde o Consejo Negro, dos bandos Targaryen enfrentados por el Trono de Hierro: la segunda temporada de «La casa del dragón» llega este domingo a MAX en América y los espectadores deberán elegir, explican sus protagonistas a EFE, aunque para el creador Ryan Condal no hay buenos ni malos, simplemente «una familia rota».
«Nosotros somos mucho más interesantes que los Negros», dice rotundamente Glynn-Carney, quien interpreta al Rey Aegon II Targaryen uno de los principales herederos al Trono del Consejo Verde. «A pesar de que nos superan en armas, dragones y en flota naval, nosotros estamos en la fortaleza del castillo, hemos crecido allí y tenemos el apoyo de todo el pueblo», remarca.
Del lado contrario, la casa Velaryon tiene muy claro que los Negros son el bando se debe apoyar en la guerra civil que se avecina en Poniente.
«A la princesa Rhaenyra Targaryen le arrebataron el Trono que le correspondía por derecho. Todos los señores lo vieron, se arrodillaron y juraron lealtad a un Rey que no era. Están incumpliendo la ley y por tanto rompiendo su palabra y el honor, que es algo importante», argumenta Steve Toussaint (Lord Corlys Velaryon, apodado como La Serpiente Marina).
La casa de Lord Corlys y la princesa Rhaenys Targaryen (Eve Best) será una gran ayuda para los Negros en la batalla final. Su destreza estratégica, junto a una envidiable flota de barcos podría ser la clave para cambiar el rumbo de la batalla contra los Verdes, que cuentan con varias figuras de la antigua corte del Rey Viseys y uno de los dragones más poderosos que existen, Vhagar del príncipe Aemond (Ewan Mitchell).
«Aemond y Vhagar serán las piezas claves de la guerra. Forman un equipo muy potente y peligroso en conjunto, pero también por separado. Desde que perdió su ojo, el príncipe Aemond se encerró en sí mismo y se volvió más violento. A pesar de que él piensa que debería ser el que tendría que haber heredado el Trono y no su hermano, le apoyará y será su guerrero de confianza», apunta Glynn-Carney.
La base de «La casa del Dragón» es el libro de «Fuego y Sangre» de George R.R. Martin, y sigue en líneas generales todo lo que se plantea allí. Por ello, y a través de estos ocho capítulos se puede dar por iniciada la guerra civil de la Casa Targaryen, también conocida por los seguidores como «La Danza de los Dragones» y que cambiará Poniente para siempre.
Los Negros, encabezados por Rhaenyra Targaryen (Emma D’Arcy) y su tío Daemon (Matt Smith), tendrán que realizar su ofensiva frente a los Verdes del Rey Aegon II y Alicent Hightower (Olivia Cooke) tras el desenlace del último episodio de la primera temporada, en el que el hijo de Rhaenyra, el príncipe Lucerys y su dragón Arraxx, morían tras una épica batalla en los cielos a manos de su primo Aemond y su dragón, Vhagar.
Esa muerte, aunque aparentemente accidental, será la que desencadene la guerra entre la familia por reclamar el Trono de Hierro y vengar la sangre derramada.
A pesar de que la segunda temporada trate de elegir bandos, su creador, Ryan Condal tiene «muy claro» que esta no es una historia «ni de buenos ni de malos», sino simplemente de «una familia que está rota».
«Son humanos, con problemas, personas complicadas, pero no hay ni buenos ni malos. En esta temporada lo único que hacemos es resolver los problemas que abrimos en la primera temporada. Hay más juego, se abre el universo y todo es más amplio. Por eso va a haber más conflicto, más guerra, más dragones y más sangre», remarca el creador.
También confirma que las mujeres tendrán un «papel esencial» en esta temporada. «Vamos a ver a personajes evolucionar como el de Helena (Phia Saban) que apenas se habían desarrollado en la primera temporada y aquí adquieren un carácter importante», avanza.
Saban confiesa que tenía ganas de explorar ese «mundo interior que tiene Helena» y que los espectadores vean que a pesar de su «timidez» y «falta de confianza en la gente» ella es una «persona fuerte y poderosa».
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Fuente: Globovisión
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