Con un patrimonio que supera los 180 millones de dólares y una serie de 32 conciertos en Las Vegas a razón de un millón por cada uno directo a su bolsillo, no cabe duda de que las finanzas de Adele están más que saneadas. Por desgracia, la cantante británica no puede decir lo mismo de su salud. En más de una ocasión durante su larga residencia en la bautizada como Ciudad del Pecado, la intérprete de ‘Someone Like You’ se ha referido a sus diversos problemas médicos que llevan años haciendo que a veces actuar sobre un escenario sea para ella una auténtica agonía.
La artista, cuya gira de ‘Weekends with Adele’ comenzó el pasado noviembre, se sinceró sobre su estado de salud actual durante su último show, explicando al público que actualmente está trabajando con un disco desintegrado en la columna vertebral.
«¿Alguien más de mi edad empieza a tener mal las rodillas? Tengo una ciática muy fuerte en la pierna izquierda y mi jodido disco L5 ya no está ahí. Se ha desgastado», dijo con naturalidad, entre canción y canción, la cantante de 34 años.
Los nervios de la vértebra L5 son los encargados de proporcionar sensibilidad a la parte externa de la parte inferior de la pierna, a la parte superior del pie y al espacio entre el primer y el segundo dedo del pie. Un nervio comprimido de la vértebra L5 provoca ciática, que puede conllevar dolor físico, entumecimiento y debilidad.
Adele ya se sinceró sobre algunos de estos síntomas durante su actuación de Nochevieja, cuando dijo a los espectadores que acudían a verla esa noche que tenía que «caminar prácticamente a gatas durante estos días», debido a que tenía «una ciática muy fuerte». En una serie de catastróficas desdichas, también confirmó en una entrevista con la revista ‘Elle’ que sufrió una lesión en otra de sus vértebras en enero de 2021, cuando su hijo Angelo saltó para asustarla mientras ella salía del baño.
Sin embargo, según confesó en otra conversación, esta vez con la revista ‘The Face’, sus problemas de espalda se remontan mucho más atrás, hasta su adolescencia.
«Tuve mi primera hernia discal a los 15 años por estornudar. Estaba en la cama, estornudé y se me salió el quinto disco. En enero me hernié el sexto, el L6», reveló Adele mientras añadía que había «sufrido dolores» de espalda durante casi la mitad de su vida, y que se le «agudizaban» cuando estaba estresada o sentada en una mala postura.
Pero eso cambió cuando empezó a hacer ejercicio con regularidad. «Desde que fortalecí los abdominales, que nunca había tenido antes, la espalda no me duele tanto», explicó, antes de afirmar que «eso significa que puedo hacer más cosas, que puedo correr un poco más con mi hijo».
Con información de Vanitatis
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