
Padres y representantes de la Escuela Básica “Vicente Salias” de Maturín, manifestaron su descontento ante la falta de una fecha concreta sobre el inicio de las reparaciones de la institución.
Aseguran que pese a los anuncios oficiales, no se ha visto la llegada de materiales, ni la presencia de obreros en el plantel, ubicado en el centro de Maturín y considerado un patrimonio educativo y cultural del estado Monagas.
“Queremos saber qué pasa con nuestra escuela. No hay informe técnico ni explicación clara de por qué fue clausurada. Se dice que es por daños estructurales, pero no nos permiten entrar para constatarlo”, expresó Félix Ledezma, representante de una alumna de quinto grado.

Ledezma detalló que la escuela, presenta filtraciones, techos deteriorados, problemas de tuberías y salones en malas condiciones.
“Lo que pedimos es que los entes competentes tomen cartas en el asunto. Esta escuela tiene más de 40 años formando generaciones”, agregó.
Indicaron que durante una reunión con la comunidad educativa, representantes de la Zona Educativa de Monagas informaron que los estudiantes serán reubicados en cinco instituciones cercanas, mientras se define la rehabilitación.
Entre ellas la escuelas Manuel Piar, Isabel Padrino, Paula Bastardo, Uruguay y Boyacá.
Sin embargo, los padres aseguran que la medida no resuelve los problemas y afecta emocionalmente a los niños.
“Yo tengo dos hijos y me los separaron en distintas escuelas. Uno quedó en la Manuel Piar y otro en La Manga. Eso altera su rutina, la distancia de sus compañeros y nos incrementa los gastos en transporte”, explicó Mariela Rivas.

Rivas lamentó que desde que comenzó el proceso de reubicación, la matrícula del plantel ha descendido de 1.088 a unos 700 alumnos, lo que podría poner en riesgo la permanencia de la institución.
“No queremos que Vicente Salías desaparezca. Es parte del patrimonio educativo de nuestra ciudad”, afirmó.
Por su parte, Agustín Lezama, padre de un estudiante de tercer grado, cuestionó que las autoridades pidieran colaboración a los padres para trasladar pupitres hacia las escuelas.

Lezama recalcó que mientras otras obras avanzan rápidamente, la escuela sigue esperando atención. “por qué no pueden iniciar las reparaciones aquí lo que pedimos es voluntad y respuesta”.
Asimismo, señalaron que se mantienen las clases virtuales como medida, aunque los padres insisten en que la modalidad no es efectiva por las limitaciones de conectividad y recursos.

“Hay maestras que no tienen teléfono ni internet. Ellas hacen lo que pueden, pero esto no sustituye la educación presencial”, expresaron los representantes.
Los padres coincidieron en pedir la actuación inmediata de los entes responsables , para que la institución recupere su espacio físico y los niños puedan regresar a clases en condiciones dignas.
Foto: Pasante Santiago Hernández
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