Transcurridos los seis primeros meses del año, un informe del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) resalta que la administración de Nicolás Maduro apuntó hacia una política de estabilidad del tipo de cambio con el objetivo de disminuir la inflación.
Como resultado logró una desaceleración, aunque el diferencial cambiario con respecto a la tasa de dólar no oficial fue considerable. No obstante, la devaluación en lo que va de año es de 1,54% en el dólar oficial y de 4,60% en el paralelo.
Para el segundo semestre del año, el crecimiento económico estará signado por los escenarios post electorales del 28 de julio. Expertos y analistas en economía consultados por Banca y Negocios indican que los resultados de las elecciones presidenciales determinarán las vías de estabilidad y crecimiento en cuanto al PIB, políticas petroleras, inflación y estabilidad cambiaria.
Luis Crespo, economista, docente de la Universidad Central de Venezuela, especialista en Moneda e Instituciones Financieras, indica que el evento electoral del 28 de julio y la certidumbre –o incertidumbre- que genera, determinará los aspectos económicos del país.
Crespo apunta que lo fundamental en este contexto es la posibilidad de los cambios que puedan ocurrir a partir del 28 de marzo y que fortalezcan la institucionalidad.
El académico indica que, si no existen “fuertes perturbaciones”, las expectativas de que se mantengan las proyecciones de crecimiento del PIB “son muy altas”, apalancadas fundamentalmente por el sector petrolero.
“Esperamos que se mantenga la leve recuperación de la industria petrolera, en lo que va al 2024, así como la participación de Chevron y la incorporación de Exxon y otras empresas petroleras en el país”, resalta.
En ese sentido, el economista y director del Centro de Investigación y Formación Obrera (Cifo), Manuel Sutherland, refuerza esta premisa al indicar que gran parte del sector empresarial mantiene expectativas positivas para el segundo semestre del año, sobre todo por las posibilidades de cambio político que conlleve a un levantamiento de sanciones y acuerdos para flexibilizar la economía y elaborar un plan de estabilización.
Sutherland estima que una de esas altas expectativas viene dada por la posibilidad de que se concreten importantes inversiones extranjeras y nacionales “que darían una dinámica y una movilidad a la economía venezolana muy grande”, luego de un letargo muy fuerte que se prolongó por poco más de una década.
El director de Cifo, recuerda que el FMI consideró un incremento de la extracción petrolera por parte de empresas transnacionales, fundamentalmente Chevron.
“Ese incremento, que puede ser un 10% o 15% de la extracción de petróleo actual, que ronda los 800.000 barriles, según fuentes secundarias de la OPEP, pudiera tener un impacto muy positivo en una economía aún muy pequeña y débil”, lo que debería traer un incremento positivo en el gasto público y en la circulación de divisas.
Pero, Sutherland advierte que Venezuela todavía aun estaría lejos de ver un alza significativa en términos reales de su economía, por la “caída dramática” que tuvo el producto interno entre 2013 y 2021.
El economista César Aristimuño, CEO de la consultora Aristimuño Herrera & Asociados, indica que los comportamientos del índice de inflación y tipo de cambio también dependerán, en gran medida, de los escenarios electorales.
Recordó que las estimaciones oficiales indicaron que se registró una inflación, en los cinco primeros meses del año, de 7,8%, la más baja del país en los últimos 12 años.
En ese sentido, detalla que, dependiendo del resultado electoral y su aceptación por las partes involucradas, así como de su reconocimiento a escala internacional, “se pudiera pensar que el país entrará en una etapa de mayor estabilidad institucional, crecimiento económico más acelerado e incremento de las inversiones, como consecuencia, en parte importante, del levantamiento definitivo de las sanciones”.
Aristimuño apunta que esto traería como consecuencia “una industria petrolera mucho más activa en niveles de producción e inversiones, la cual podría llegar a producir más del millón de barriles diarios en el corto plazo”.
Las estimaciones del comportamiento inflacionario acumulado al cierre del primer semestre de 2024 apuntan, según detalla el CEO de Aristimuño, Herrera y Asociados, a un 9,6%.
“De mantenerse un escenario de estabilidad política para el segundo semestre, la inflación proyectada al cierre del 2024, la hemos estimado en niveles cercanos al 27% anual”, señala el economista César Aristimuño.
Sin embargo, en un escenario más complejo políticamente, el especialista apunta que las proyecciones rondarían una inflación cercana al 50%, tal y como también advirtieron organismos internacionales, entre ellos el Fondo Monetario Internacional (FMI) a inicios de 2024.
No obstante, en cualquiera de los escenarios post electorales, Aristimuño subraya que una constante será la desaceleración de la inflación y recordó que esta variable ha venido presentando una clara disminución.
“En el año 2022 la inflación cerró en un nivel de 234% y en el año 2023 culminó en 189,7%. Las proyecciones para el 2024 indican que, cualquiera que sea el resultado electoral, la inflación continuará desacelerándose”, explica.
Fuente: Alberto News
Cobertura de actualidad y avances innovadores, con un enfoque en sucesos locales, política y más.