Los discursos fueron breves, y por una buena razón. Nadie en el clubhouse quería retrasar la celebración ni un momento más.
Una vez que el manager Aaron Boone cerró sus comentarios posteriores al juego con las palabras “a celebrarlo”, el clubhouse del Yankee Stadium se transformó en el club nocturno más animado del Bronx, donde docenas de botellas fueron descorchadas y rociadas con alegría.
Los Yankees se ganaron el derecho a festejar la noche del jueves como campeones de la División Este de la Liga Americana, y su victoria por 10-1 sobre los Orioles representó un paso importante en su objetivo de ganar la 28va Serie Mundial de la franquicia.
“Hay que celebrar cosas como esta”, dijo el capitán Aaron Judge, entrecerrando los ojos a través de una lluvia de champán. “Se necesita mucho trabajo duro para venir aquí y ganar una división. Vamos a celebrar esta noche y luego a pensar en octubre”.
Giancarlo Stanton conectó un jonrón y produjo cuatro carreras para apoyar una gran labor de Gerrit Cole, ayudando a los Bombarderos a asegurar su segundo título de división en tres años. Este es el 21er título divisional en la historia de la franquicia.
Judge también conectó su cuadrangular número 58, la mayor cantidad en las Grandes Ligas, mientras los Yankees aseguraban su pase directo a la Serie Divisional de la Liga Americana, donde tendrán la ventaja de localía. El club se está preparando para participar en su 59na postemporada, la mayor cantidad en la historia de las Grandes Ligas.
Shohei Ohtani había asegurado ya su participación en una postemporada por primera vez en su carrera. El jueves tuvo otro logro inédito: un título divisional.
Así que habrá que disculparlo por un error de novato: No se colocó las gafas de nadador para proteger sus ojos en medio de la guerra de cerveza y champaña.
“Me arden un poco”, dijo Shohei, con una sonrisa y con los ojos enrojecidos. “Pero la sensación es asombrosa, y espero seguir descorchando más champaña”.
Will Smith emparejó la pizarra por medio de un jonrón de dos carreras, y los Dodgers de Los Ángeles anotaron tres más en el séptimo episodio, para doblegar el jueves 7-2 a los Padres de San Diego, con lo que amarraron el cetro de la División Oeste de la Liga Nacional.
“No podría estar más orgulloso de estos chicos”, recalcó el manager Dave Roberts. “pelearon y pelearon y se sobrepusieron a las adversidades”.
El racimo quedó empañado por una lesión aparente del toletero estelar Freddie Freeman, quien abandonó el juego luego de una colisión aparatosa contra el venezolano Luis Arráez y con la primera almohadilla, en un intento por evitar lo que fue el segundo out del inning.
Freeman se sujetó la pantorrilla derecha antes de marcharse renqueando del terreno.
Los Dodgers (95-64) no habían asegurado el banderín en casa desde la campaña de 2020, abreviada por la pandemia, cuando siluetas de fanáticos, recortadas en cartón, reemplazaron a los espectadores de carne y hueso.
Fuente MLB
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