En el segundo día de la semifinal de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, Tiburones de La Guaira fue el más beneficiado y Cardenales de Lara el más perjudicado.
La razón es simple. La Guaira venció dos veces como visitante al local Lara en el estadio Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto.
¿Qué sucedió para que se diera este resultado, poco probable en las primeras de cambio?
Veamos los aspectos positivos de Tiburones, que al fin y al cabo hizo sus méritos para liderar la semifinal.
En primer lugar, pudieron desplegar su reconocida ofensiva y a lo largo de los dos encuentros, incluso en el segundo duelo le hicieron tres al refuerzo Silvino Bracho para asegurar un triunfo al final. También su pitcheo, si bien no estuvo brillante sí sacó los outs más apremiantes. El miércoles, Emílker Guzmán retiró a Hernán Pérez en un disputado turno con tres en bases y dos outs cuando ganaba La Guaira 2-0 y después sacó dos ceros para adjudicarse el triunfo. Quienes vinieron después de Guzmán cedieron carreras pero ya Tiburones tenía el juego controlado.
El caso de Lara es preocupante. Su pitcheo, uno de los mejores de la liga, no funcionó. Claro, se puede decir que Tiburones le batea a cualquiera pero estadísticamente el mejor lanzador puede con la mejor toletería. En el primer duelo además, regalaron tres carreras por problemas a la defensa, situación que no perdonó La Guaira. Y en el segundo se vieron superados en todo momento y la única ocasión de igualar la tuvo con Hernán Pérez en la situación ya descrita. Ahora Lara viaja a Maracay a enfrentarse a un Tigres herido por las dos derrotas iniciales en Caracas. Quien pierda de estos dos quedará con 0-3, muy difícil de remontar
Bravos hizo lo suyo
El debut de Bravos de Margarita fue positivo y obtuvo un triunfo sobre Tigres de Aragua. Funcionaron todos sus elementos: un bateo oportuno, velocidad en las bases y varias maneras de avanzar en las bases y producir carreras. Félix Doubront colgó cinco ceros y cuando se agotó Tigres le anotó dos pero el trabajo ya estaba hecho porque Bravos marcó cuatro veces en el primer tercio del juego.
Sin mucha estridencia, dando los batazos oportunos, sacando los outs en las situaciones más comprometidas, Bravos luce como un grupo homogéneo y regular. De esos que para ganarle hay que ponerle un extra. Quien escribe lo indica como finalista. Sin la presión de una fanaticada exigente y con jugadores de experiencia y calidad comprobada, se encaminan a realizar algo inédito.
Cerramos con Tigres de Aragua. Un pitcheo que ha permitido cuatro jonrones, tres de ellos ante Caracas en el debut, se convierte en el dolor de cabeza de su mánager Buddy Bailey. Suponemos que el martes sufrió dejando a Jorge Rondón porque no podía retirarlo al tener que enfrentar el mínimo de tres bateadores. Todos ellos anotaron y eso le costó el juego aunque las reseñas destaquen el jonrón de Gabriel Noriega que hizo a Leones dejar en el terreno a Tigres en el Monumental.
Contra Bravos, se vio inferior en muchos aspectos. De 12-2 (.100) con corredores en posición anotadora el miércoles. Ya sabemos que el pitcheo no aguanta mucho así que los maracayeros necesitan mejorar ya.
