El receptor venezolano y capitán de los Reales de Kansas City, Salvador Pérez, es el ganador del Premio Roberto Clemente, convirtiéndose en el segundo venezolano; tras Carlos Carrasco (2019), en hacerse del galardón que honra a la memoria y labor humanitaria del «Cometa de Carolina».
Recordemos que el espiritu del premio radica en reconocer al pelotero por su labor fuera del terreno de juego, representando al deporte de una manera extraordinaria e involucrándose en las comunidades a través de contribución positiva, filántropica y desinteresada.
El primer jugador de los Reales en ganar el Premio Clemente, Pérez es el corazón y el alma de la organización. Ha pasado toda su carrera con los Reales y es el cuarto capitán en la historia del equipo.
A sus 34 años, es nueve veces All-Star, cinco veces ganador del Guante de Oro y cuatro veces Bate de Plata, además de haber sido el JMV de la Serie Mundial cuando los Reales ganaron su segundo título en 2015.
Ganar el Premio Roberto Clemente significa más que todos esos logros, excepto quizá la Serie Mundial, dijo Pérez.
“Significa mucho para mí”, comentó. “He leído mucho sobre Roberto Clemente. Sé que fue un jugador increíble, pero fue aún mejor fuera del terreno. Eso es lo que lo hizo súper especial. Y eso hace que este premio sea súper especial.”
Los esfuerzos filantrópicos de Pérez son verdaderamente globales, desde Colombia hasta su país natal, Venezuela, y los Estados Unidos, en Kansas City. En Venezuela, Pérez y su familia distribuyen alimentos y suministros de cocina a aproximadamente 2,000 hogares en su ciudad natal de Valencia. Pérez también ha financiado cirugías de labio leporino para niños, dona a hospitales infantiles y apoya a oficiales de policía.
Él y su familia también fundaron una liga juvenil que ha crecido a más de 200 jugadores, proporcionando terrenos bien mantenidos, coaches, equipo y apoyo financiero. Pérez también dedica tiempo a hablar con los jóvenes de la liga sobre cómo llevar una vida exitosa, incluyendo la importancia de la educación y los peligros de las drogas.
“Especialmente en nuestro país, cuando intentas que los niños piensen en deportes, no van a tener tiempo para pensar en nada más”, apuntó Pérez. “Vas a la escuela por la mañana, en la tarde vas a jugar béisbol, regresas a casa, tienes que hacer tu tarea y luego ir a dormir. No creo que les quede tiempo para pensar en cosas malas.”
En Kansas City, Pérez donó un millón de dólares a la Kansas City Urban Youth Academy cuando se inauguró. Organizó una clínica de béisbol para más de 100 niños de las zonas urbanas de Kansas City, proporcionando fondos para que cada participante pudiera irse a casa con un morral lleno de útiles escolares. Pérez siempre busca formas de proporcionar implementos de béisbol a niños necesitados para que puedan amar el juego tanto como él.
Fuente: Lider en deportes / MLB
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