Especial para El Periódico de Monagas
JR Amundaray
En una entrevista concedida para una edición aniversario del Sol de Maturín (dedicada al deporte), el ex Gobernador Pablo Morillo afirmo que la construcción del velódromo del polideportivo, con miras a los III Juegos Deportivos Nacionales del año 1982, tuvo connotación especial para él, pues se lo “dedico” al insigne periodista Tommy Freites Palencia, dado que en su oportunidad el comunicador catalogo de “imposible” que en el Complejo Polideportivo pudiera edificarse una instalación de ese tipo.
Y, aunque en la edición de ese año 82 el ciclismo no obtuvo medallas, si lo hizo en las ediciones subsiguientes de Carabobo 84 y Maracay 86, nada menos que de la mano del maturinés Novis Febres; “100 por ciento guarapichero”, como él mismo se define.
En la cita carabobeña Febres se alzó con la medalla de oro en velocidad, echando por tierra el favoritismo de aquilatadas entidades del país en esta disciplina. Luego, en Maracay, revalido podio, esta vez al obtener dos preseas de plata, en las pruebas de velocidad y kilómetro contra reloj. “Me quitaron el oro en velocidad, pues pese a que me derribaron, no decretaron la falta para así facilitar al local Omar Blanco, de Maracay, quien finalmente se quedo con el primer lugar”.
Las conquistas del atleta quedaron perpetuadas en el tiempo, pues si bien con el transcurrir de los años el ciclismo regional sumo nuevas preseas en juegos nacionales, la mayoría fueron obtenidas por “atletas alquilados”, durante un período cuando los gobiernos regionales procuraban hacerse de los mejores atletas, en búsqueda de una ubicación privilegiada en la clasificación final.
En el proceso de recuperación de una fractura de tobillo, jugando al futbol, al joven Novis Febres lo mandaran a realizar bicicleta como ejercicio por lo que su hermano mayor, Cruz Mayo Febres lo llevo al velódromo Leonel Collins. “Mi hermano pertenecía a la Selección de Ciclismo del Estado que se preparaba para los IV Juegos Nacionales en Falcón y allí el profesor Gregorio Carrizales me presto una bicicleta ring 20. Después mi papá me compró una 22 y Carrizales me paso a entrenar con el “negro” Peñalver, el popular “cabeza e´ piña” y José Arreaza”, rememora el pedalista, acerca de sus inicios en la disciplina del pedal.
“Después de mi primera medalla recibí el apoyo del señor Marco La Fatta, el ingeniero Fernando Malavé y Raúl Pereda y familia, gracias a ellos puede seguir en carrera y competir en eventos posteriores (JR).
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