Con el corazón arrugado y un bate encendido, Wilyer Abreu se robó el espectáculo para los Medias Rojas en una destacada actuación el domingo contra los Rangers, conectando un par de jonrones para llevar a su equipo a una victoria de 7-2 en el juego decisivo de una serie de tres encuentros en Globe Life Field.
Y vaya dedicatoria fue esa, ya que Abreu impulsó cuatro rayitas y conectó dos vuelacercas por primera vez en su carrera
“Estaba jugando por ella”, dijo Abreu. “Le dediqué este juego a ella y estaba jugando con el corazón en la mano. Así que para mí, poder salir y rendir fue muy especial”.
Se hizo evidente por primera vez que Abreu estaba pasando por una delicada situación personal cuando conectó su primer jonrón del día, un batazo solitario entre el jardín izquierdo y el central contra Nathan Eovaldi en la parte alta del cuarto inning para empatar la pizarra.
Una vez Abreu entró de regreso al dugout, comenzó a llorar. En ese momento, fue consolado por sus compañeros de equipo y sus coaches. Cuando Abreu salió al jardín derecho en la parte baja de la cuarta entrada, sus ojos estaban llenos de lágrimas.
“Me sentía feliz por el juego pero triste al mismo tiempo por lo que acababa de pasar,” comentó Abreu.
Este fue uno de esos momentos en los que es evidente que el clubhouse de un equipo de béisbol puede transformarse en una familia.
“Creo que en estas situaciones, simplemente concentrarse en el juego y hacer lo que pudo hacer es increíble, y se merece todo el reconocimiento”, declaró el abridor de los Patirrojos, Nick Pivetta. “Lo siento mucho por su pérdida. Él tiene en este cuarto a su familia aquí también, y siempre estaremos allí para él. Hoy nos dio lo mejor de él y fue simplemente increíble de ver. Es un momento especial en el béisbol”.
Abreu, de 25 años, se sintió reconfortado por el apoyo que recibió en el dugout.
“Somos una familia y lo demostraron hoy”, siguió Abreu. “Demostraron que puedo contar con ellos y saben que también pueden contar conmigo y viceversa. Así que es muy bonito para mí contar con ellos como una familia y tener ese apoyo.”
El manager de los Medias Rojas, Alex Cora, mostró su apoyo de una manera diferente en el sexto inning. Quizás ningún dirigente es más fiel a tratar de no utilizar a bateadores zurdos contra pitchers zurdos, o a derechos ante derechos, que el puertorriqueño Cora. Y durante la mayor parte de la temporada, ha recurrido a un toletero derecho para reemplazar a Abreu en los últimos innings de los juegos contra un relevista zurdo.
Pero con el zurdo Walter Pennington en el montículo y corredores en segunda y tercera sin outs, Cora decidió dejar batear a Abreu.
Y ante una slider en cuenta de 3-1, Abreu conectó un jonrón de tres carreras, su primero en 44 visitas al plato ante zurdos este año y el primero contra un zurdo en su carrera en las Grandes Ligas. El hit rompió el empate y le dio a Boston una ventaja de 6-2.
“Dios es bueno”, señaló Cora. “Y, a veces tomas decisiones en el juego basadas en las métricas. Te diré ahora mismo, lo dejé batear porque pensé, ‘Algo bueno va a pasar aquí contra un zurdo.’ Así es la vida. Somos creyentes y no somos perfectos. Y tratamos de vivir una buena vida. Y el Señor lo recompensó”.
Fuente: MLB
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