Con Lionel Messi a la cabeza cargando la Copa del Mundo, los campeones de Argentina llegaron el martes de madrugada a Buenos Aires, donde esperaban decenas de miles de aficionados para continuar los festejos por la tercera estrella de la albiceleste.
El avión de los campeones de Qatar-2022, decorado con el eslogan «Un equipo, un país, un sueño», aterrizó en el aeropuerto internacional de Buenos Aires, constató la AFP.
Al ritmo del popular «Muchachos», el himno oficioso de Argentina en este torneo, cantado en la misma pista por el grupo «La Mosca Tse tse», Messi salió del avión levantando el trofeo junto al técnico Lionel Scaloni.
Recibidos con una alfombra roja en la pista, los argentinos subieron a un autobús descapotable de dos pisos para dirigirse al cercano predio de entrenamiento de la selección. Allí pasarán la noche antes desfilar por el centro de Buenos Aires.
Messi Campeones Argentina
Pese a la hora, una multitud se congregó al borde de la carretera y dificultó el avance del autobús, que tardó una hora y cuarto en recorrer los 11 kilómetros entre el aeropuerto y el lugar.
Aunque acababan de pasar largas horas en el avión, los campeones de Argentina se sumaron al festejo con brincos, bailes y cánticos, mientras se pasaban el trofeo unos a otros y lo enseñaban al público.
Con teléfonos móviles que iluminaban la negra noche, los aficionados seguían el recorrido del autobús con banderas argentinas, bengalas y fuegos artificiales. Lanzaron cartas y balones a los futbolistas.
«Es una emoción que no se puede explicar. Te salta el corazón. Creo que es el único país que lo vive de esa manera, con esta locura, alegría, felicidad», dijo a la AFP Alejandra Díaz, trabajadora de una guardería de 55 años.
El plato fuerte de las celebraciones será el desfile de los campeones de Argentina, liderados por Messi, por Buenos Aires a partir del martes al mediodía. El gobierno argentino declaró feriado nacional para facilitar los festejos.
Pero muchos seguidores no quisieron esperar y pasaron horas esperando, provistos de sombrillas o guarecidos en automóviles y tiendas, entre el aeropuerto y el predio de la AFA.
Allí llegó ya el domingo Javier Merina, un soldador de 41 años con una fotografía de Messi. «Llegué ayer porque, bueno, sabía que venía Messi acá. Quiero ver si Messi me firma el cuadro», explicó a la AFP.
Entre bombos, banderas argentinas y camisetas con la estampa del 10 Lionel Messi, familias enteras pasaron la noche tratando de hacerse un lugar para ver, aunque sea fugazmente, el paso de sus ídolos.
«Hoy nos quedamos toda la noche y mañana también. Mañana no se trabaja, no se hace nada y nos vamos directo al Obelisco», dijo Ayrton Kerdocas, estudiante de 25 años.
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