Los colombianos vencieron a Uruguay 1-0 en las semifinales con un golazo de cabeza de Jefferson Lerma, así como un gran espíritu al jugar con 10 hombres durante todo el segundo tiempo.
El gol de la diferencia vino en el minuto 39: un tiro de esquina cobrado por Rodríguez llegó hasta la cabeza de Lerma, que la puso pegada al palo de Sergio Rochet para el 1-0.
El estadio Bank of America de Charlotte, Carolina del Norte, explotaba con los miles de hinchas de la Tricolor que eran una mayoría abrumadora.
Sin embargo, el primer tiempo cerró de forma negativa para los cafetaleros, pues Daniel Muñoz fue expulsado tras ser sancionado con una segunda tarjeta amarilla por un codazo sobre Manuel Ugarte.
Colombia tuvo que jugar todo el segundo tiempo con 10 hombres y su técnico Néstor Lorenzo tuvo que adoptar un esquema más defensivo.
Uruguay, con la necesidad, redobló la presión sobre la portería colombiana, a lo que ayudó la entrada del histórico Luis Suárez, quien en el 70’ sacó un poderoso disparo que rozó el poste derecho de Camilo Vargas. Pero no pudo hacer más.
Incluso ya en el final, el colombiano Mateus Uribe tuvo dos grandes oportunidades de liquidar el partido con un par de remates solo frente al arco uruguayo, pero uno lo echó por un costado y otro terminó impactando el travesaño.
El partido terminaba de manera eufórica para los colombianos. Ahora se enfrentarán a Argentina en la final pero sin el servicio de Daniel Muñoz, una de sus fichas clave.
Luego del silbatazo final, se registró una trifulca en la tribuna en la que el uruguayo Darwin Núñez se vio involucrado. El delantero del Liverpool y otros charrúas se liaron a golpes con hinchas colombianos.
Las cámaras de televisión captaron al delantero de La Celeste subiendo por entre la aglomeración de público para enfrentar a unos hinchas colombianos mientras otros trataban de restringirlo.
Hubo evidencia que otros jugadores uruguayos también participaron en el incidente.
El capitán de la selección uruguaya, José María Giménez afirmó que los jugadores intentaban defender a sus familias, describiendo la situación entre los aficionados como un “desastre”, según la agencia Reuters.
“No había policía y tuvimos que defender a nuestras familias. Esto es culpa de dos o tres personas que bebieron demasiado y no saben beber», expresó.
Poco antes de que se diera el desorden en la tribuna, los jugadores y equipo técnico se enfrentaron en el campo de juego después de que terminara el partido.
La BBC intentó comunicarse con el representante de Nuñez para comentar al respecto. El propio jugador no se ha pronunciado públicamente.
Fuente: BBC
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