Activistas feministas del Táchira y Norte de Santander (Colombia) denunciaron un incremento en los casos de violaciones, desapariciones y asesinatos de mujeres en los pasos irregulares localizados en la frontera, mejor conocidos como trochas.
Natasha Duque, representante de la organización Operación Libertad Internacional que funciona en Villa del Rosario, dijo al diario La Opinión de Colombia que están emprendiendo campañas para incentivar la migración regular, segura y ordenada, para así evitar que sigan aumentando los índices de trata de personas, explotación sexual y desapariciones forzadas.
Explicó que muchas mujeres de escasos recursos atraviesan estas trochas junto a sus hijos para llegar al Tapón del Darién, con el objetivo de trasladarse a los Estados Unidos.
Duque recordó que el pasado 3 de abril fue asesinada en un paso irregular Andreina Galué, de 30 años de edad, quien se dedicaba a la venta de ropa y calzado en la población de Ureña.
Otro de los casos más recientes se registró el 26 de marzo en la trocha de Centeno, del lado venezolano, cuando una mujer fue violada por cinco hombres que luego intentaron asesinarla a pedradas.
Mientras que otras dos jóvenes de Táchira desparecieron entre enero y febrero cuando trasladaban hacia La Parada.
«Hay mujeres desaparecidas, pero a sus padres les da miedo ir a la Fiscalía, uno los direcciona, pero si no acuden a las autoridades, quedan desaparecidas», expuso Duque.
La activista denunció que hay una red delictiva que está trasladando desde el oriente y centro de Venezuela hasta Colombia a niñas y adolescentes con edades comprendidas de 12 a 17 años años de edad para su explotación sexual.
Indicó que estas jóvenes son marcadas con un tatuaje en su cuerpo o rapándoles una parte de su cabello, para identificar a cuál organización pertenecen.
Aseguró que al menos 60 % de las niñas, adolescentes y mujeres que se encuentran en el mundo de la explotación sexual en la zona de La Parada y de Cúcuta, son de nacionalidad venezolana.
«Pese a que los puentes internacionales están abiertos, a los alrededores están ocurriendo delitos porque no hay un interés por parte de los gobiernos de ambos países», apuntó la activista, quien solicitó que se incremente la seguridad en estas zonas.