Este sábado 1 de abril la Diócesis de Maturín celebró la Misa Crismal con una asistencia masiva de los feligreses, evento que inicia la celebración católica más importante del año: la Semana Santa.
La consagración del Santo Crisma estuvo presidida por el obispo de Maturín, monseñor Enrique Pérez Lavado, frente a cientos de fieles en la Catedral, donde realizó la bendición de los Santos Óleos.
“La Misa Crismal es una celebración que se hace una vez al año con la participación de todos los sacerdotes de la Diócesis de Maturín. Es la reunión más importante de los fieles, los sacerdotes y el Obispo para significar la unidad que existe en el pueblo católico. Una comunión y unidad que distingue la relación entre la Iglesia Católica Universal, el Papa y los fieles”, expresó.
Monseñor Pérez Lavado recalcó que, durante la Misa Crismal, delegaciones de todas las parroquias del estado Monagas presenciaron la consagración de los óleos sagrados que se usan para los sacramentos de la Iglesia.
“La Misa Crismal nos dispone a vivir la Semana Santa, el tiempo más sagrado de todo el año, cuando se celebra la pascua de Jesús El Señor, su pasión, muerte y resurrección que, por nuestra fe, ha traído a la salvación y redención del mundo entero”, expresó el obispo.
Para agradecer el don más grande que Dios nos hace en su hijo Jesucristo, consagramos una semana entera a meditar, celebrar y vivir, paso a paso, estos misterios, agregó.
“Yo invito a toda la comunidad católica de Monagas a celebrar, en cada una de sus parroquias, la Semana Santa que inicia con la Misa del Domingo de Ramos este 2 de abril, cuando se conmemora con palmas la entrada gloriosa de Jesús a Jerusalén”, exhortó.
Pérez Lavado precisó que los días Lunes y Martes Santos serán de meditación y el miércoles toda la feligresía está invitada a la gran celebración (misa y procesión) en honor a El Nazareno, devoción muy popular en Venezuela derivada del milagro del San Pablo en Caracas, que curó al pueblo de la peste.
Asimismo, el jueves empezará el triduo pascual con la celebración de la Última Cena y el rito del Lavatorio de los Pies, seguido del Viernes Santo, día de la Crucifixión y la Pasión.
Finalmente, el Sábado Santo los católicos esperan en la Vigilia Pascual el Domingo de Resurrección, cuando se cumple la profecía de las Escrituras.
El obispo de Maturín comentó que esta Semana Santa debe servirnos a todos para hacernos más fraternos, para dejar esa carrera loca de supervivencia material, para pensar en el amor que Dios nos tiene.
“Si nos dejamos llenar de ese amor de Dios, podremos amar al prójimo. Deseo que en Monagas esta Semana Santa traiga paz, reconciliación y un nuevo encuentro”, subrayó.
Hizo un llamado a los ciudadanos en general a ser precavidos durante el disfrute de espacios naturales y transitando en carretera, “porque el don más grande de Dios es la vida y de ella somos responsables. Deseo una Semana Santa, santa de verdad, llena de paz, descanso y bendiciones.
Vía | Prensa Oficial