En la región del Darién, también conocida como el Tapón del Darién, ubicada entre Colombia y Panamá, cientos de migrantes arriesgan sus vidas en cruzar esta selva. María, una venezolana, lo describe como una “travesía mortal”, llena de violaciones, asaltos y muertes.
La venezolana contó que primero llegó a Necoclí y cruzó en bote hacia Capurganá, desde donde iba a iniciar su caminata por el Darién. “En la travesía ves muertos. Ves gente en río muerta que nadie sabe que murieron ahí”, apuntó.
“En el grupo que íbamos como 2.000 personas (…) Me llamó la atención que ya tienen los caminos hechos, pero no había una migración como ahora. En el camino conocí a mucha gente. Venezolanos éramos pocos, si te digo que fueron 50, eran muchos”, dijo a TVV Noticias.
María asegura que los guías colombianos te ayudan a cruzar las primeras dos montañas, cuando comienza el territorio panameño. “Ya de ahí no pueden pasar porque los matan”, aseveró. “Al pasar la tercera montaña, ahí se vivió un infierno”, subrayó.
La venezolana señala que una vez ingresados a Darién panameño, fueron interceptados por hombre armados “que no deben medir más de 1,20 metros”. Estas personas, de acuerdo a su relato, abusaron sexualmente de los migrantes, a la vez que los robaron.
“Todos armados hasta los dientes. Ellos se asaltan, te violan, que maltratan, te cortan. Si no tienes dinero, te matan. Primero preguntan quienes son los colombianos y el que diga ‘soy yo’ le dan un tiro en la cabeza”, apuntó.
“Los tipos te agarran, te quitan la ropa, te violan te hacen todo lo que puedas ver”, agregó. María apuntó que siete de estos hombres la violaron “delante de 1.000 personas”. “El que se mueva lo mato”, decían los hombres armados mientras abusaban de ella.
Luego de acabar con los robos y abusos, les ordenan que sigan con su camino “Corran, váyanse o les vamos a disparar en la espalda”, dijo el sujeto, de acuerdo a la historia de María.
Las autoridades colombianas indican que el Tapón del Darién es usado por grupos armados para enviar drogas a Centroamérica y Estados Unidos. Sin embargo, en medio, cientos de migrantes cruzan diariamente la selva.