El pasado martes 21 de marzo, el presidente Nicolás Maduro tuvo que reconocer que uno de sus hombres de confianza, el hasta ese momento ministro del Petróleo Tareck el Aissami, había renunciado en medio de un escándalo de corrupción.
Lo poco que se sabe hasta ahora es que se habrían desviado cerca de 3 millardos de dólares de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa). El dinero provenía de operaciones de venta de crudo que se hacen a través de criptomonedas para evadir las sanciones de Estados Unidos contra el régimen.
Ya van 19 capturados, todos cercanos a El Aissami, incluido el diputado Hugbel Roa; el presidente del Circuito Judicial Penal de Caracas, Cristóbal Cornieles, y alcalde de Santos Michelena del estado Aragua, Pedro Hernández.
Fuentes enteradas dijeron que tanto la Comisión Especial Anticorrupción Venezolana como Estados Unidos le siguen el rastro al dinero del desfalco en varios países, incluidos Turquía y Líbano, por donde El Aissami se movía con facilidad por su origen.
De hecho, desde hace un par de años se le investiga por facilitar la entrega de pasaportes venezolanos a ciudadanos del Medio Oriente.
Con información de El Nacional