Una madre venezolana junto a su pequeña hija cayeron en las redes de una mafia en Uruguay que se hacían pasar por una Organización No Gubernamental (ONG) para ayudarlas a radicarse en ese país suramericano.Las víctimas al llegar al departamento de Rivera, cerca de la frontera con Brasil,  las mantuvieron prisioneras en un cuarto cerrado con candados. No recibían alimentos ni veían la luz del sol. MIRA TAMBIÉN En Irapa liquidan a cinco integrantes del Tren de Mariño MIRA TAMBIÉN En Irapa liquidan a cinco integrantes del Tren de Mariño De acuerdo al medio brasilero A Planteja, a las migrantes les exigían comunicarse con sus familiares en Venezuela para que les enviaran altas sumas de dinero y poder dejarlas en libertad.A través de un proceso de investigación, la policía de Uruguay desplegó un procedimiento el martes 1 de junio logrando liberar a las criollas. Dos cubanos también estaban en cautiverios por la mafia.Un sexagenario  y una mujer de 55 años de edad fueron arrestados durante la incursión policiaca. Tenía como modus operandi captar a los extranjeros para ayudarlos con una supuesta ONG; le ofrecían un paquete que consistía en residencia gratis por un mes  mientras realizaban los trámites de documentación para su estadía en el lugar.La pesadilla de las migrantes comenzó en primer día que llegaron a Rivera, los detenidos

Unos 12 venezolanos formaban parte de una mafia en Perú y utilizaban como modus operandi fingir ser trabajadores de reparto para hacer de las suyas. Realizaban también ritos santeros antes de salir a delinquir.La policía del país andino los asocia a la mega banda “Los Malditos de San Jhon”. Estos se habían convertido en los azotes del sector San Juan de Miraflores, en Lima. MIRA TAMBIÉN Cadáveres hallados cerca de Tobago pudieran ser de africanos MIRA TAMBIÉN Cadáveres hallados cerca de Tobago pudieran ser de africanos El periódico Perú21 reseñó que el grupo de venezolanos, entre ellos tres mujeres, fue capturado por funcionarios del Departamento de Investigación Criminal, quienes cayeron en  la madriguera de los antisociales, los cuales arrendaban una habitación en la avenida Canevaro 1280.En el sitio consiguieron sustancias alcohólicas, dos armas de fuego  pistolas, varios cascos, un bolso térmico que utilizaban para hacerse pasar de deliverys y cuatro motos.En una esquina del inmueble había un altar con imágenes y tofos de personas muertas a las que les colocaban dinero, frutas y hierbas.