El fiscal general de la República, Tarek William Saab, determinó que el ciudadano Tulio Viloria fue el autor intelectual de la muerte y desaparición, desde agosto del 2020, del profesor Carlos Lanz.En este sentido, Saab comentó que el implicado «prácticamente aceptó los hechos».«Es una victoria judicial, política y moral. Se han realizado audiencias para que quedaran al descubierto los que quisieron hacer un montaje. Desde la desaparición del profesor, en agosto de 2020, desde el primer momento se hicieron entrevistas, experticias forenses y se determinó que no hubo acto violento en la salida de Lanz en su casa en Maracay», explico durante una conferencia de prensa con VTV.Asimismo detalló que, durante la investigación del caso, se realizaron al menos 400 diligencias por lo que según su opinión debe ser catalogado como un “referente” para futuros procesos judiciales.«Hemos hecho un trabajo impecable desde que se conoció el caso de Carlos Lanz. Este caso debe ser tomado como referente, una trama que planificaron cobardemente y pensaron tener la coartada perfecta. Se les cayó todo el teatro», acotó.En su momento, Viloria relató que Lanz había sido secuestrado y llevado a Israel, con la finalidad de encubrir un sicariato. Para finalmente explicar que fue una desaparición forzada a manos del Estado sin presentar una sola prueba y así dañar al Estado venezolano.Carlos Lanz, fue

Luego del descubrimiento de la muerte del profesor y exguerillero Carlos Lanz, el fiscal general indicó que su núcleo familiar representó la mayor traba para el desarrollo de las averiguaciones.Su esposa Mayi Cumare, quien estuvo al frente del INCES (Instituto Nacional de Educación y Capacitación Socialista) Aragua donde amasó una cuantiosa riqueza, resultó ser la autora intelectual del macabro crimen.La mujer conformó una red con al menos 18 contratistas, abultando así sus ingresos ilícitos.Según las declaraciones Tarek William Saab, en rueda de prensa, «Lanz entorpeció los actos de corrupción de Cumare con las partidas del Inces. La mujer, harta de esto, lo manda a matar bajo petición a Glen Castellano (uno de los amantes)». Para tal fin, la muerte de Lanz, dispuso de 8 mil dólares para contratar sicarios y a un pran de la cárcel de Tocorón.Como todo estaba fríamente calculado, Cumare utilizó como coartada un operativo de limpieza en el Inces para «ocultar su participación en el secuestro y asesinato de Carlos Lanz».La mujer era propietaria de algunas casas, varios vehículos, dos apartamentos en Maracay y la finca «La Fortaleza», donde ordenó ejecutar el descuartizamiento y posterior desaparición de los restos de su esposo exguerrillero.«Creo que era evidente que Carlos Lanz iba a denunciar a su pareja y entregarla a la justicia o él temía un desenlace fatal,