Las prestaciones sociales corren el riesgo de «desaparecer» en Venezuela como «figura de protección», de mantenerse la política salarial del Gobierno, que consiste en pagar bonificaciones extras, mientras deja congelado el sueldo mínimo, la base del cálculo para las cesantías (desempleo) y otros beneficios, según académicos y trabajadores.A pesar de las cientos de protestas en los últimos meses para exigir una mejora salarial, Nicolás Maduro anunció el pago de dos bonificaciones que suman 70 dólares al mes, mientras que el sueldo mínimo quedó en 130 bolívares, monto que se mantiene desde marzo de 2022, cuando equivalía a 29,68 dólares, que se ha reducido un 82 % hasta los 5,10 dólares actuales, por la devaluación.El secretario ejecutivo de la Federación de Trabajadores de la Salud (Fetrasalud) y miembro de la Red Sindical Venezolana, Pablo Zambrano, dijo a EFE que la política oficial, que considera «de precarización del salario», afecta a «todas las cláusulas» de los contratos relacionadas con beneficios laborales.«Si no hay salario, tú no puedes tener prestaciones sociales (…) igualmente, no hay pensiones ni jubilaciones dignas, no tienes (un) contrato colectivo justo. Si no hay salario, tú no puedes dignificar a tu familia», aseguró el sindicalista.Un país «sin salario» Para Zambrano, «no hay un salario» como el que establece la Constitución, según la cual «tiene que ser digno y suficiente»

El Sistema Patria comenzó el pago de los estipendios: Chamba Juvenil y Somos Venezuela, correspondientes al mes de agosto.Los beneficiarios recibirán el monto de Bs. 21,75, equivalente a 3,81 dólares a la tasa oficial; sin embargo, si se calcula con base en el precio del dólar paralelo (Bs. 6,55), el monto de las bonificaciones sería de 3,32 dólares.Dicho monto no es suficiente para la compra de un kilo de queso (US$4) o de un kilo de carne (US$8).Expertos advierten de un incremento de los bienes y servicios en las últimas semanas, a la par de una subida sostenida del tipo de cambio, a pesar de la política de intervención cambiaria que ejecuta el Banco Central de Venezuela.