El pasado domingo 21 de julio, los hermanos Gabriel y Bryan Amado Reyes de 8 y 12 años respectivamente, murieron ahogados en el río Cabriales del estado Carabobo.
Los familiares de los menores dijeron que un grupo de amigos buscaron a los niños en su casa para ir a un centro de videojuegos. Sin embargo, se desviaron de la ruta para bañarse en el río.
«Estaba en la bodega haciendo un Biopago para comprar. De repente, una vecina viene y me dice: ‘María, ven que Gabriel se está ahogando y la corriente se lo está llevando», contó María Fernanda Almán, madre de las víctimas.
Almán, dio a conocer que cuando llegó al río era tarde, ya sus hijos se habían ahogado y los funcionarios rescataron sus cuerpos.
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