El cuerpo de una bebé, que fue enterrado el pasado jueves 18 de mayo, fue sustraído del cementerio municipal de Boconó, presuntamente, para realizar un ritual de brujería.
Al parecer, de manera inexplicable, los restos desaparecieron del camposanto. La profanación de esta tumba ya está bajo investigación.
Esta sería la primera de la gestión de la nueva ecónoma. Además, se conoció que en los últimos meses ya se habían enterrado bebés recién nacidos pero varones.
Al parecer, los presuntos delincuentes esperaban un cadáver de sexo femenino, reseñó La Patilla.
Según fuentes oficiales, la última profanación que se registró en el municipio Boconó fue el 3 de enero del 2020. Ese día los malhechores sustrajeron el cadáver de un hombre.
Los responsables de este nuevo caso, dejaron el ataúd de la bebé cerca del velero junto a sus pertenencias.