En horas de la tarde del pasado jueves, un funcionario de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) se negó a surtir combustible a un carro fúnebre que realizaba el traslado de un fallecido hacia el cementerio municipal de Valmore Rodríguez, en el estado Zulia.
De acuerdo con lo reportado por el periodista zuliano, Jhorman Cruz, al vehículo se la había agotado la gasolina justo a escasos metros de la gasolinera, por lo que familiares del difunto comenzaron a empujar la unidad hasta llegar al lugar en donde esperaban recibir el suministro para continuar con su recorrido.
En vez de eso, uno de los militares encargados de la bomba de gasolina dijo que por una orden directa no los atenderían.
La respuesta negativa del efectivo militar causó indignación no sólo a los familiares del difunto, sino también a los ciudadanos que desde hace dos días hacían cola en la estación de servicio.
Por consiguiente, los presentes comenzaron a hacer grabaciones sobre la situación irregular para posteriormente denunciarlo ante las redes sociales.
“El guardia nacional nunca quiso prestarnos el apoyo para enterrar a mi padre (…) sentimos mucha indignación al ver que simplemente no quisieron porque combustible si había”, expresó José Aponte, hijo del occiso.
Ya que no podían contar con el carro fúnebre para trasladar al difunto hasta el cementerio, los parientes y conocidos tuvieron que pasar el cadáver de José Luis Aponte a un camión 350 que transportaba a decenas de personas.
“No podíamos dejar el cuerpo en la bomba, por eso tuvimos que cambiarlo del carro a un camión 350 para llevarlo y enterrarlo. Él llamó a alguien que presumo fuera de la alcaldía y esta mujer le dijo que no”. agregó el primogénito de Aponte.
Militar apuntó con su arma a un civil que grababa lo ocurrido
Por grabar lo ocurrido, un amigo del fallecido José Luis Aponte fue apuntado con un arma de fuego por uno de los militares, lo que causó aún más indignación en la comunidad, reseñó el comunicador Jhorman Cruz.
El afectado, Greimer Valero expresó que “la impotencia hizo que grabáramos, pero jamás creí que aquel guardia iba a salir corriendo para exigirme que dejara de grabar y menos que me apuntaría. Gracias a Dios todos se metieron, pero no había motivo para hacer lo que hizo. Soy de buena familia y nunca he tenido problemas con la ley”.
“Después que grabamos y se vio perdido, el guardia nos intento chantajear diciéndonos que si borráramos los videos, nos echaban gasolina, por eso preferimos montarlo al camión 350 (al muerto) que darle el gusto”, acotó.
Acompañando su cita, finalizó esperando crear conciencia con lo sucedido, recordándole tanto a funcionarios de la alcaldía bolivariana así como los diferentes cuerpos de seguridad que “están para defender, no para amedrentar”.