Ni la casa de Dios en el sector La Floresta, iglesia San Juan Bautista, de la parroquia Las cocuizas de Maturín, se salvó del hampa que mantiene azotada la zona.
Los vecinos hacen vigilias para evitar que se les metan para sus casas y carguen con todo, como ya ha ocurrido.
Afectados aseguran que los dueños de lo ajeno han cargado al menos 34 unidades de aires acondicionados, entre ellos, los de la iglesia de la comunidad, ubicada al lado del liceo Luis Padrino.
Sobre el robo en el templo, se conoció que ocurrió hace dos semanas, para amanecer el sábado 12 de noviembre.
Los delincuentes puntearon el cercado eléctrico y por allí se subieron. Cortaron las rejas protectoras y se llevaron toda la unidad.
Los vecinos dicen que aunque alguna calles tienen portones para controlar el ingreso de personas ajenas al urbanismo, los robos han sido más constantes.
«Ya hemos conversado con la policía de la parroquia y no ha pasado nada. Estamos aterrados», relató una vecina que prefirió omitir su identificación por temor a represalias por los grupos delictivos.
A gritos, hacen un llamado al gobernador Luna, quien se comprometió hacerle frente a la inseguridad, al jefe de la ZODI y de los cuerpos de seguridad, para el despliegue, en especial en horas de la noche y madrugada, cuando los antisociales aprovechan de hacer de las suyas.