Marcelino Contreras Camargo de 65 años, recluso de la Comunidad Penitenciaria Fénix en el estado Lara, falleció por un cuadro severo de desnutrición. El deceso se produjo este domingo según medios locales.
La Presa de Lara reseñó que desde el inicio del 2021, el preso lo único que ingería como alimento eran los desperdicios de mangos y de cambur que otros privados lanzaban a la basura.
El sexagenario era oriundo de Ciudad Guayana, al sur del país, por eso sus parientes no acudían a visitarlo y asistirlo con la comida. Su cadáver duró tres días en la morgue esperando que sus deudos lo reclamaran.
La creciente de casos covid-19 y la falta de dinero en efectivo limitaron a los parientes del hoy occiso dirigirse al estado occidental para conocer de cerca su realidad, sin embargo se comunicaban con él vía telefónica.
Dos días antes de la muerte, contreras sufrió una caída y se golpeó fuertemente la cabeza y el rostro, según la nota del medio informativo.