Carlos Javier Bermúdez corrió lejos pero no logró salirse con las suyas. El sujeto de 44 años de edad era buscando por todos los organismos de seguridad del Estado por el abuso sexual en perjuicio de su hijastra, una niña de 6 añitos.
Tras cometer el abominable crimen, en la calle Bomboná sur del casco central de Maturín, intentó escapar.
Pensó que al salir de los límites de Maturín estaría libre de cualquier peso legal, pero resultó detenido en tiempo récord en Taguaya, municipio Piar, cerca de una escuela.
Resulta ser que, utilizando transporte público viajó hasta el vecino municipio al norte de Monagas, con intenciones de llegar algún escondite y que todos se olvidarán de él.
Trascendió que, su comportamiento extraño lo delató; los vecinos de la zona ya mencionada avisaron a la policía de Piar, a cargo del I/J (Cicpc) Armando Salas, de la presencia del hombre ajeno a este sector.
Una vez en el sitio, los agentes de la municipal abordaron el hombre y en su revisión corporal y de sus datos en el Servicio Integrado de Investigación Policial (Siipol), se conoció el estatus de requerimiento.
Se conoció que Carlos Javier tenía un expediente por LOPNNA y del Cicpc Maturín por el acto contra la menor, la cual sigue recluida en el Hospital Manuel Núñez Tovar tras presentar desgarre en sus partes íntimas.