La contabilidad, como campo de conocimiento, está imbricada en la historia del capitalismo, en tanto, ésta se utiliza como fundamento que proporciona al capital, de una indiscutible racionalidad científica para dar solución al registro de los hechos económicos nacidos en el mundo de la modernidad, enunciadas entre otros, por la alineación de un mercado mundial constantemente en expansión con el crecimiento y la devastación de los recursos naturales y el medio ambiente, pero incapaz de ofrecer estabilidad a la vida en el planeta.
Es en la ruptura del régimen feudal donde se instauran nuevas necesidades económicas y sociales de información financiera para la toma de decisiones, que reclaman la ocurrencia de innovadoras formas de conocer la evolución de los negocios, al igual que instrumentos para la manipulación de los escenarios transaccionales del nuevo mapa económico y empresarial globalizado. Por otra parte, es necesario indagar cómo el conocimiento contable desde su etapa de gestación se identifico con un pensamiento netamente utilitarista y pragmático, donde la representación asumida quedó ajustada a la dimensión técnico instrumental de los quehaceres propios de la actividad comercial, instalando una forma de juzgar y evaluar los resultados de un conocimiento normado y regulado para crear un sistema de información eficiente, sin tomar en consideración el valor primordial del juicio de instaurar a la práctica Kantiana un “mundo para sí”, en donde, a la par que se convierta el mundo material, se transforme también el mundo espiritual e independiente del conocer.
La contabilidad como práctica organizadora de las relaciones comerciales aparece en la edad media, en una sociedad de intercambios de bienes y servicios limitados, en un marco sometido por una economía de intercambio. Pero las categorías económicas son incapaces de dar explicación por si solas al desarrollo de los hechos contables; se requiere para ello, recabar información sobre la historia y política en la cual ocurren, además de ubicarlas en el contexto histórico.. En este sentido, puede decirse, que el desarrollo de la disciplina contables, como mecanismo para moldear y regular el comercio internacional estuvo unido a una civilización burguesa que concibe a la empresa como un ente para maximizar la ganancia del capital. Las disciplina contable se asume como practica en el mundo de los negocios para que el sujeto de las relaciones comerciales se convierta en clase política activa con capacidad de ejercer influencia sobre la regulación empresarial.
El registro de las transacciones comerciales de Bienes y servicios mediante el uso de la disciplina contable no tendría justificación práctica, sino en función de un determinado marco legal en donde encuentre su aplicación y posible verificación. Sin embargo, la evolución de lo contable no debe considerarse como una visión del desarrollo mercantil de las naciones, sino como una representación cronológica que muestra la interacción de diferentes variables económicas conjugadas en las relaciones de la época. La práctica contable se ha desarrollado en tres dimensiones:
1.- La dimensión económico-social.
2.- La dimensión histórica.
3.- La dimensión epistemológica.
Esta representación esquemática de las bases que soportan las prácticas contables en el mundo comercial no supone una división de cada una; al contrario, la acumulación de los progresos disciplinarios solo serán viables mediante la interacción de los agentes expuestos.
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