Alrededor de 130 bebés que han nacido prematuramente en Gaza desde el inicio del conflicto el pasado 7 de octubre y reciben tratamiento en incubadoras “están en riesgo” por la falta de suministros que está enfrentando la población, según el Ministerio de Salud de la Franja de Gaza.
Sobre ello ha llamado la atención la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), que apunta a que la “grave” escasez de combustible y suministros médicos ha obligado al cierre de siete incubadoras que normalmente se usan para casos críticos en el Hospital Shifa, el más grande de Gaza.
OCHA explica cómo en ese centro un bebé prematuro de ocho días fue trasladado allí después de que su su casa fuera dañada el pasado 15 de octubre en un ataque que acabó con la vida de su familia. Su madre estaba embarazada de 32 semanas y los equipos médicos lograron llevarla al hospital, donde dio a luz a su hijo antes de morir. El bebé “se enfrenta” ahora “a múltiples problemas de salud, con el riesgo añadido de la escasez de combustible para alimentar su incubadora”, apunta la ONU.
La situación de sobrecarga de los hospitales y la falta de suministros básicos está poniendo en riesgo la vida tanto de los recién nacidos como de las mujeres embarazadas, que se ven obligadas a parir en condiciones inseguras. El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) calcula actualmente 50.000 mujeres están embarazadas en Gaza y 150 al día dan a luz.
Ernestina Herrera