Con tres cargos que suman una condena de hasta 75 años de prisión, Derek Chauvin, fue declarado culpable por el homicidio de George Floyd, afroamericano que el 25 de mayo pasado murió a causa de asfixia mecánica provocada por el ex policía de Mineápolis durante su arresto en el vecindario de Powderhorn.
La agencia de noticias BBC, informó que el Jurado popular lo acusó de asesinato en segundo grado, penado con hasta 40 años de cárcel; asesinato en tercer grado, con una condena máxima de 25 años, y homicidio en segundo grado, que acarrea hasta 10 años de privación de libertad.
Pese a la sumatoria de pena por los cargos aplicados, el ex agente podría recibir una sentencia menor a doce años de cárcel, condena que será determinada por el Juez local dentro de ocho semanas.
Chauvin se había declarado inocente de todos los cargos y recibió el veredicto con la misma expresión inescrutable que mantuvo a lo largo de todo el juicio.
“Se hizo justicia”
Fueron las palabras de las personas que el martes se concentraban en las puertas del Tribunal esperando el veredicto final, según BBC Mundo.
En medio de aplausos y vítores, los manifestantes celebraban que se hiciera justicia por el homicidio de su compatriota “negro”, al tiempo de despejar el temor a una oleada de protestas en caso de que el expolicía fuera absuelto.
“El veredicto va más allá de esta ciudad y tiene implicaciones significativas para el país e incluso el mundo”, expresa el abogado Ben Crump, quien representa a la familia de George Floyd, mediante un comunicado.
En una emotiva aparición ante los medios, Philonise Floyd, uno de los hermanos de George, dijo que por fin podrá respirar, en alusión al ruego “no puedo respirar” de su hermano antes de su muerte.