Dos sujetos que la mañana de este jueves eran perseguidos por las fuerzas de seguridad iraquíes se hicieron estallar en Bagdad dejando al menos 32 víctimas mortales y un centenar de heridos, dijo el portavoz militar Yehia Rasool, según medios locales.
El doble atentado suicida ocurrió en el recurrente mercado al aire libre de la plaza de Al Tayarán, muy cerca de la conocida plaza de Tahrir, en la capital iraquí.
Al ser entrevistados por las cadenas de televisión, testigos del hecho contaron que uno de los suicidas había fingido sentirse mal para atraer la atención de sus víctimas y posteriormente detonó el explosivo que llevaba consigo. Mientras que el segundo actuó en contra de aquellas personas que corrieron a auxiliar a los afectados por la primera explosión.
El general Kadhim Salman, jefe de la Defensa Civil, cree que los terroristas del Daesh pueden estar detrás del ataque, ya que las acciones de los suicidas fueron similares a las tácticas del autodenominado Estado Islámico para maximizar el daño.
Para el secretario general del movimiento nacional iraquí, Ayad Allawi, este ataque suicida sumado a los anteriores simboliza la falta de “precisión de los planes implementados para descubrir células durmientes terroristas y requiere atención a la necesidad de reformar el proceso político”.
“Hace tiempo que advierto contra los grupos terroristas que se aprovechan de la ausencia de estabilidad política y el agravamiento de la crisis económica para llevar a cabo sus acciones terroristas”, escribió en su cuenta Twitter.