Los espacios que recientemente fueron recuperados y embellecidos por la Alcaldía de Maturín, están siendo tomados poco a poco por vendedores informales que buscan ofrecer sus mercancías.
Las plazas El Balancín y la Rómulo Gallegos, situadas en la avenida Bolívar, son las más afectadas, en ellas se puede observar vendedores de bebidas refrescantes, dulces pasteleros elaborados de forma artesanal y hasta un puesto de llamadas telefónicas y chucherías.
“Lo hago por necesidad, soy madre soltera con dos niños pequeños a lo que tengo que alimentar y gracias a Dios aquí vendo mis bombas de forma tranquila sin perjudicar a nadie”, aseguró una vendedora, que aunque no reveló su identidad, manifestó que tiene aproximadamente 15 días en las inmediaciones de la “parada inteligente” que hace honor a quien fue presidente de Venezuela en el año 1948.
Quienes a diario transitan por el centro de la capital monaguense, aseguran que es necesario que el ayuntamiento tome medidas eficaces a fin de evitar lo que consideran una «proliferación» de vendedores informales en estos espacios.
A criterio de los residentes de la llamada “ciudad distinta”, se debe reubicar a estos comerciantes para garantizar el cuido de las plazas.
Asimismo, solicitan liberar las aceras y caminerías de los vendedores ambulantes, “se adueñan de toda la acera y eso limita el paso, entonces hace que la gente camine más pegada o que incluso se tropiece con la mercancía que ellos mismos ofrecen. En días recientes un carro por poco atropella a una muchacha en la esquina de la Cantv cuando bajó la acera para esquivar un vendedor que estaba allí”, comentó Alirio Guzmán.