Ante el aumento diario de los alimentos y con ingresos mensuales insuficientes para cubrir las necesidades básicas, surge la interrogante entre las familias venezolanas que se cuestionan si compran comida o invierten en ropa y calzado.
Sin embargo, maturineses aseguran que a pesar que la ropa tiene un buen precio, no pueden dejar a un lado comprar alimentos, ya que es una necesidad que siempre debe estar cubierta.
Bien sea en bolívares o moneda estadounidense, cada día el monto que se debe disponer para asegurar, al menos los principales productos de la canasta básica, es más elevado.
Ante esta realidad, durante un recorrido realizado en el casco central de Maturín, se pudo constatar que muchos comercios están ofreciendo descuentos en toda la mercancía, que van desde el 10 hasta el 50%.
En tal sentido, una persona que aproveche estos «remates» para adquirir una «pinta» que incluya, camisa (desde $4), pantalón ($10) y ropa interior (desde 1 dólar), podría invertir hasta 15 dólares, lo que equivale a 329,25 bolívares, según la tasa del día.
«Las prendas de vestir, si es verdad que tiene un buen precio, hay muchos que están ofreciendo ofertas, pero ahorita la prioridad es la comida, en mi caso no cuento con un poder adquisitivo para irme de compras, ya que gasto más 30 dólares semanal en comida», afirmó Raúl Guzmán.
De igual forma, los llamados buhoneros y algunas tiendas, aplican diferentes modalidades de ofertas en su mercancía, por ejemplo, tres blusas de damas por 10 dólares, que se ajustan a todos los presupuestos.
Quienes compran diariamente los alimentos que van a consumir aseguran que la situación cada vez se hace más dura, debido a que los precios suben de acuerdo al dólar cuya cotización es dos veces al día.
«Compro a diario y a veces gasto entre 5 y 10 dólares y tampoco es que es para comer bien, porque por ejemplo un kilo de carne ya cuesta 5 dólares y un kilo de caraotas cuesta 3 dólares. Son precios impagables», destacó María Palomo.
Por su parte, María Tononi, destacó que «he aprovechado las ofertas que tienen las tiendas y así poder renovar mi ropa y calzado, ya que por el poco poder adquisitivo que percibo debo buscar los remates, además que en los alimentos no encuentras rebajas, al contrario, cada día todo está más caro».