La alimentación del venezolano está siendo afectado por el alza de los precios en los rubros, conllenvándolo a disminuir el consumo de diversos tipos de carnes, para sustituirla por granos.
Ante esta situación, los ciudadanos, procurando encontrar “algo de proteína” que les permita compensar su dieta, han optado por el consumo de granos enteros.
En este sentido, reemplazar la proteína de origen vegetal, como la que tienen los granos enteros, por la de origen animal, llámese carne de res, pollo, cochino, conejo, es válido, siempre y cuando sean en las proporciones y combinaciones adecuadas, de acuerdo a la edad y el sexo de la persona, por aquello de requerimientos energéticos y másicos.
Ante la ausencia de la proteína cárnica, los nutricionistas afirman lo ya establecido en la pirámide alimentaria de la Dieta Mediterránea, donde granos enteros junto a las frutas y aceites consumibles de alta calidad proporcionan, con alta seguridad, los nutrientes fundamentales.
En este sentido, el equipo reporteril de El Periódico de Monagas hizo un recorrido por las calles de Maturín, para verificar que sus habitantes están optando por esta dieta, básicamente, constituida por el consumo de los distintos granos que le permiten adquirir “sus bolsillos”, para así satisfacer sus necesidades alimentarias. De tal modo que, se pudo conocer cuáles son los granos que el maturinés y su familia está consumiendo:
Según Karelys Lezver, en su hogar se consumen arvejas y caraotas. «No se nos hace fácil comprarlo constantemente, pero sí, lo comemos. Y los granos los compramos o lo comemos cuando viene la caja Clap”.
Magaly Ávile, manifestó “comemos frijol chino, rinde más. Lo comemos del que vienen en la bolsa Clap, más que todo. Y a veces, compramos caraota negra”.
Por su parte, Raquel Villafranco afirmó que “comemos los granos que vienen en la bolsa, y a veces que uno puede comprar caraotas negras, es más económica que la otra. Y esta vez la bolsa Clap no trajo granos, bien malo eso. Del resto, comemos solo carbohidratos, que si arepa, arroz, pasta”.
A falta de carnes, bien son los granos. No obstante, sus precios para las “personas de a pie” resultan parcialmente inaccesibles, todo de acuerdo a su ingreso personal o familiar.