28Mar2024

No hay estadísticas oficiales, no hay números reales ni registro sanitario de al menos un aproximado de personas que se dedican a ejercer el oficio más antiguo del planeta

Por: Tomas Leonett  |   6 Jun, 2023 - 1:35 pm

«Afrodita» es su nombre comercial, sin embargo, la cédula venezolana indica que se llama Ana María Guzmán Serrano. De personaje solo tiene el nombre artístico, es una mujer de carne y huesos.

«Eso sí, a mí no me van a tomar fotos, con que sepan mi nombre ya es suficiente», dejó en claro la mujer que tiene 18 años complaciendo los deseos sexuales y que es dueña de 35 primaveras; en otras palabras, más de la mitad de su vida la ha dedicado a prostituirse.

Vendiendo su cuerpo ha logrado conseguir una casa y otras comodidades. No tiene hijos porque “sencillamente no quiero tener, y aparte no le dedicaría tiempo a esto que es mi trabajo y con lo que he conseguido lo que tengo».

El primer encuentro sexual por dinero de «Afrodita» fue la noche de su graduación de bachiller con el papá de una compañera de clases. Relata que el hombre bailó varias veces con ella y estaba muy insistente, “le pedí dinero y me lo dio, vi que se me hacía fácil y desde allí empecé”.

Hombres de diferentes edades han recorrido cada centímetro de su piel. La fémina ha experimentado la calle, la necesidad y el desespero por generar dinero la han llevado a colmarse de paciencia y esperar clientes en una esquina de la ciudad a altas horas de la noche.

Una realidad distinta pero ejerciendo el mismo oficio tiene Juan Pablo, «no tengo necesidad de cambiarme el nombre», aseguró tajantemente.

Religiosamente va dos horas al día a uno de los mejores gimnasios de Maturín, eso le ha permitido desde hace varios años gozar de un cuerpo atlético, estudia en una universidad privada y es dueño de una camioneta Tucson.

«Jamás me verán una esquina o avenida, mis clientes no son cualquiera, no me vendo por tres lochas. Costear el gym, pagar la universidad, mantener el carro y llevar comida a la casa cuesta dinero», manifestó el joven apenas 23 años.

Juan Pablo, se inició en el mundo de la prostitución hace tres años por su primo, quien le motivó a crear una cuenta de OnlyFans. «Él sabe de mis dotes naturales, más mi condición física ayudó, al principio era solo con mujeres, luego fue un trío y actualmente también tengo intimidad con hombres, que son los que mejores pagan».

Afrodita y Juan Pablo, son una muestra que la prostitución en la ciudad de Maturín, no tiene edad, hora, ni día fijo para ejercerla, solo basta que exista dinero y ganas de por medio para ponerla en práctica.

Todo un negocio

Hace justamente un año fue desmantelado en la Plaza Piar de Maturín, el grupo conocido como “Las mami chulas”, el cual se dedicaba a la explotación sexual de niñas y adolescentes, en el casco central de la capital monaguense.

En esta operación cayeron «La Rapera», líder de la banda;  «El Pecho», quien captaba a las menores de edad y les conseguía clientes; «El Pellejo», quien suministraba sustancias estupefacientes a las adolescentes; «La Alex», y «La Sujei», quienes trasladaban a las menores de edad a moteles; también fueron aprehendidos «El Rapero» y «El Milton».

Se conoció que las menores tenían edades comprendidas entre 12 y 16 años.

En el 2021 también fueron capturaron in fraganti seis personas, cuando trasladaban a cuatro adolescentes desde Maturín a Tucupita. “Iban con destino a Trinidad y Tobago; donde las esperaba el oficio de prostitución”, dijeron las autoridades.

Entre la calle y las redes sociales

Ejercer la prostitución también ha evolucionado, muchos clientes llegan mediantes las diferentes sociales lo que permite un poco más de privacidad para quien hace de su cuerpo un negocio. Con esta opción prevalecen los llamados “Sugar Daddy y Suggar mami”.

Hay quienes se aferran a ejércela de forma tradicional. Pararse en una esquina, plaza o avenida sigue siendo común; una aventura llena de adrenalina.

La avenida Bolívar, las plazas Piar, Ayacucho, Rómulo Gallegos y Siete, siguen siendo paradas obligatorias en Maturín a quienes se le conoce como “chicas y chicos malos”.

La esquina de la gobernación, la catedral, la avenida La Paz y la avenida Las Palmeras; también son referencia a cualquier hora del día si se busca conseguir alguien con quien “matar las ganas”.

En Sotillo y Zamora también está fuerte

Debido al crecimiento poblacional y económico que ha tenido la ciudad de Punta de Mata en el municipio Ezequiel Zamora al oeste del estado Monagas, la prostitución se ha incrementado considerablemente. En esta población a partir del día jueves es común verles en la plaza Bolívar, en la redoma de la Guardia y en la avenida principal.

En el municipio Sotillo al sur del estado, específicamente en su capital, Barrancas del Orinoco, se supo que “la situación está fuerte”.

El malecón del pueblo, zona llegan pescadores y comerciantes, es el punto principal donde se lleva a cabo las negociaciones que terminan en una cama de hotel.

Reglas  y cifras alarmantes

Según lo narrado por Afrodita y Juan Pablo, son ellos quienes colocan las reglas del juego, son los que deciden a qué hotel acudir, cuánto cobrar, qué permitir y qué no a la hora de la actividad sexual una vez dentro de la habitación. “Lo que quiera el cliente va a influir en el precio que se cobra”.

El riesgo principal de quien se ha decidido por este estilo de vida es contraer una Infección de Transmisión Sexual (ITS).

De acuerdo al coordinador de la Unidad de Infectología del Hospital Universitario Dr. Manuel Núñez Tovar de Maturín, Alexis Guzmán, en los últimos meses se ha registrado un aumento considerable de casos de VIH en la región.

Para mediados de febrero, Guzmán, ofreció una rueda de prensa en la que actualizó los casos de VIH de este 2023. En mes y medio, fueron diagnosticados 35 pacientes con el virus, es decir, 13 en enero (10 masculinos y tres femeninos), y 22 en solo 17 días del mes de febrero (12 masculinos y 10 femeninos).

A pesar de estas elevadas cifras, “Monagas es uno de los estados con menor cifra de contagios, porque hacia el Occidente es donde más diagnósticos de VIH se registran (…) Gracias a Dios que contamos con el tratamiento para suministrarle a los pacientes, que incluso se le entrega hasta por dos meses”, dijo.

“Si no hay conciencia ciudadana por parte de la población, automáticamente esa persona corre el riesgo de infectarse de VIH u otra enfermedad de transmisión sexual”, alertó el especialista.

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