La semana radical del esquema 7+7 sigue siendo para los transportistas de Maturín una medida innecesaria, por lo que continúan burlando los puntos de control instalados en la ciudad para trasladar de forma clandestina a las personas que salen a las calles en busca de alimentos o productos fármacos.
Lo desconcertante para los usuarios de los autobuses y carritos “piratas” es que los trabajadores del volante siguen sacando provecho a la situación para aumentar cada vez más el costo del pasaje urbano.
Entre 150 y 250 mil bolívares comenzaron a cobrar este lunes el pasaje urbano las pocas unidades que han logrado circular por el centro de la ciudad, denunciaron usuarios.
María Gómez, residente del sector Paramaconi, reclamó “para llegar al centro tuve que pagar Bs. 150 mil porque era lo que estaba cobrando el colector”. “Ya queremos que se implemente la tarjeta electrónica, así se acaba de una vez por todas la usura de los transportistas ”, acotó.