Desde hace más de dos años, un gran desborde de aguas servidas se presenta en la final de la avenida Orinoco poco antes del terminal de Maturín.
El colapso de esta alcantarilla genera olores nausebundos según denunciaron transeúntes y conductores quienes deben manejar con cuidado para no caer en los huecos.
«Hay que tener mucho cuidado cuando uno pasa por aquí porque casi no se ve el bote de aguas y si se cae en alguno de los huecos el riesgo de dañar el rin delantero es grande. De noche menos que se puede ver y ya poco a poco el agua ha dañado el pavimento, quedando solo el canal izquierdo para pasar», manifestó Brígido Martín, conductor encuestado.
Hacen un llamado a las autoridades pertinentes a abocarse en atender este problema que además genera enfermedades en las personas.