Los residentes del sector La Juventud, en Las Cocuizas, han reducido el horario de descanso y de estar en casa para llevar sobre sus hombros botellones de agua para poder realizar los labores domésticas.
Desde la madrugada hasta altas horas de la noche la gente forma largas colas para llenar sus envases de un ‘chorrito’ que llega desde el sector La Florecita hasta la prolongación Rómulo Gallegos, avenida principal de la zona.
La señora María Rondón contó que le duelen sus brazos y de noche no soporta la incomodidad en sus hombros, ««ya estoy vieja y la cargadera de agua me llevará a la tumba. Lleno un tambor y para rendirlo uso un balde pequeño y con esa agua se friegan los corotos y para el baño».
La ama de casa agregó que desde hace meses la bomba que abastece a más de 600 familias se dañó y el ingeniero de Aguas de Monagas que había sacado la bomba para sustituirla falleció en un terrible accidente en la vía de Parare tiempo después.
Margarita Rivas, otra de las afectadas, agregó que esperan la respuesta por los entes competentes. «Vivimos una situación de pandemia y corremos con el riesgo de contagiarnos en las colas para conseguir agua», agregó.