Aunque están en pleno centro de la capital monaguense, los habitantes de la calle Azcúe carecen del servicio de agua potable como en cualquier otro sector popular.
Desde hace 22 días el recurso hídrico no llega por tuberías y se ven obligados a caminar varias cuadras hasta el sector Alberto Ravell para conseguir un poquito de agua.
Reni Márquez contó a El Periódico de Monagas que afrontan la dificultad de agua potable desde hace un mes cuando comenzó la paralización de la planta potabilizadora por turbidez en el río Guarapiche.
Aseguró que “cuando reactivaron la planta a nosotros que estamos en pleno centro nunca nos llegó ni una gota”.
Márquez agregó que aprovechan el agua de lluvia para los oficios de la casa y compran botellones para la preparación de alimentos y mantenerse hidratados.
“A veces mandaban cisternas de Aguas de Monagas y sólo era para el baño porque era muy turbia”, expresó el denunciante.
Sugirió a las autoridades competentes buscar una solución a este problema porque son muchas las familias afectadas, “si hay turbidez en la planta y deben paralizarla apliquen una estrategia, llenar los camiones en el parque La Guaricha y distribuirla en la comunidad que va desde plaza Piar a plaza El Indio y sus alrededores”.
“No buscan dar la mayor suma de felicidad posible”, añadió.