Para el ingeniero Ysaías Cabrera celebrar este lunes 14 de diciembre el Día Nacional del Trabajador Petrolero es sumamente irrelevante con un salario que es inferior al de un empleado de un comercio asiático, una cajera o un vendedor de tiendas.
En un contacto telefónico con El Periódico de Monagas, Cabrera expresó “nosotros no tenemos nada que celebrar, al contrario, debemos seguir reclamando porque se nos devuelvan nuestros derechos económicos”.
Detalló que hoy en día el empleado de cualquier comercio o tienda recibe hasta diez dólares semanal, más una bolsa de comida y bonos de transporte en efectivo, mientras que un petrolero activo cobra entre 500 y 600 mil bolívares a la semana, sin ningún otro beneficio.
“Los trabajadores petroleros, tanto activos como jubilados, seguimos pasando las de caín porque el actual gobierno nos arrebató las contrataciones colectivas con sus artificios legales”, recalcó Cabrera, quien indicó que en Monagas hay aproximadamente 6 mil obreros activos y unos 2 mil jubilados y pensionados.
Argumentó que los empleados del sector han optado por la informalidad para generar ingresos con los que puedan solventar su situación económica, ya que “lo devengamos no alcanza ni pagar un pasaje”.
“Algunos toman cosas de valor de sus casas para venderlas, otros montan sus tiendas para comercializar productos y algunos simplemente deben esperar el mísero sueldo que les da el Estado por su ardua labor, algo que es indignante”, manifestó.
Cabrera, al igual que otros trabajadores de este y otros sectores, cree que el salario mínimo debería devengar cada obrero activo sea entre 300 y 350 dólares. Mientras que a los jubilados y pensionados les tendrían que pagar aproximadamente 600 verdes.
El día que se alzó el sector petrolero
Un día como hoy pero hace 84 años, Venezuela vivió la primera huelga petrolera dirigida por Manuel Taborda, José Martínez Pozo, Luis Emiro Arrieta y Rodolfo Quintero, miembros del Partido Comunista, para exigir mejoras tanto salariales como laborales.
Ese día la manifestación fue en respuesta a que el gobierno del aquel entonces liderado por Eleazar López Contreras no le había dado respuestas al pliego de peticiones que había entregado el sector petrolero.
Dichas peticiones, que incluían las demandas más básicas que hasta entonces les eran negadas, habían sido entregadas al Estado en abril, luego que el 27 febrero se creará el primer sindicato petrolero en el estado Zulia.
El malestar de los empleados públicos fue creciendo a medida que pasaba el tiempo y no recibían respuestas del Estado a sus planteamientos.
Por lo tanto, seguían demandando las condiciones a las que eran sometidos por parte de las trasnacionales, el incumplimiento de la nueva ley del trabajo y el desconocimiento a los sindicatos.
Y no fue sino hasta el 14 de diciembre, cuando más de 20 mil trabajadores petroleros se alzaron en contra del gobierno de Eleazar López Contreras para exigir respuestas inmediatas.
La huelga culminó de forma abrupta luego de una violenta represión militar y policial en contra de los trabajadores tras la firma del decreto del presidente Eleazar López Contreras del 22 de enero de 1937, que puso fin al conflicto con el aumento de un bolívar al salario de los trabajadores.
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